El Cádiz B logró una trabajada victoria en su desplazamiento a Coria en un encuentro muy trabado, sin apenas ocasiones de gol, disputado en el centro del campo y dominado por los nervios de un conjunto local que se jugaba la vida. El Cádiz B, sin embargo, llegó al estadio Guadalquivir con mucho más aplomo, con la cabeza más asentada y logró una victoria que le sirve para certificar su permanencia, mientras que deja a los corianos en una situación muy delicada.
 
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El Coria, debido a su situación en la tabla, se mostró mucho más nervioso e impreciso, pero fue el primero en acercarse a la portería contraria a los cuatro minutos con un centro de Añete al que Óscar no llega porque se le adelantó el guardameta Dani, que estuvo muy atento. Tres minutos más tarde, Óscar roba un balón y su pase a Añete, invirtiéndose los papeles, concluyó con un disparo fuera. Al cuarto de hora de partido, Israel, agarra un rechace defensivo en la medular de la parcela del Cádiz, y cuando ve al portero adelantado le manda un balón elevado que se envenenaba metro a metro. Pero la buena posición del defensa Mere salvó la posible ocasión de peligro para el Coria.

A los 20 minutos, un disparo desde lejos de Sito salió muy cerca del larguero; dos minutos más tarde, el capitán cadista Cuevas dispara pero Germán salvó la acción sin agobios. Fue la única ocasión del Cádiz B en la primera mitad, que concluyó sin apenas ocasiones de gol y, lo más grave para los intereses de los amarillos fue que las pocas ocasiones de gol que hubo fueron para el Coria.

En la reanudación, el encuentro comenzó con la misma tónica con la que había finalizado la primera mitad, es decir, con el esférico en poder del Coria, pero con un Cádiz B intentando salir a la contra. Pero no sería precisamente por un contragolpe por donde llegaría el tanto visitante, sino por una jugada a balón parado, que ayer también condicionaron enormemente el partido. En un lanzamiento de falta desde la banda izquierda que remató Moi de cabeza a la escuadra derecha de la meta defendida por Diego, que nada pudo hacer para evitar el tanto, llegó el tanto que a la postre significaría el definitivo 0-1 y enviaría los valiosísimos tres puntos a la Tacita de Plata.

A partir del tanto, ya empezó a titubear el Coria sabedor de que los puntos eran muy importantes. El nerviosismo se apoderó de los corianos y el Cádiz B se vino arriba presionando al Coria. En una cesión de Germán, muy imprecisa, estuvo a punto de marcar el Cádiz pero el portero supo rehacerse. El Cádiz no volvería a tener ocasiones para sentenciar, pero el Coria tampoco, que lo intentaba más con el corazón que con la cabeza, y la defensa visitante, más dominadora de la presión y los nervios, no tenía ningún problema en desbaratar las acometidas débiles y timoratas del cuadro local.

Con el resultado de ayer, el Cádiz B se olvida prácticamente de los puestos de sufrimiento, mientras que el Coria deberá esperar a vencer sus partidos y mirar de reojo lo que hacen sus rivales para poder escaparse de la quema. El técnico del Cádiz B, Antonio Calderón, llegó muy satisfecho a la sala de prensa del estadio Guadalquivir. Con un semblante sonriente, se dirigió a los medios de comunicación para trasladarles su impresión sobre el encuentro, del que dijo que "fue un partido muy disputado en el que el Coria sabía lo mucho que se jugaba y salió muy mentalizado. Sin embargo, nosotros no pudimos hacer nuestro juego habitual, pero hemos jugado bien y seguro". El técnico también reconoció que "ha habido pocas ocasiones de gol, mucha intensidad y las ocasiones han llegado a balón parado, como la de nuestro gol". En relación al resultado del encuentro disputado ayer dijo que "con esta victoria, podemos decir que la permanencia está casi conseguida." Respecto al equipo con el que se enfrentó, el coriano, reconoció que "no me ha disgustado, sé lo que se juega y estuvo muy metido en el partido, pero la suerte no le ha acompañado en esta ocasión".
 
Fuente: www.diariodecadiz.com.