ANTONIO DÍAZ.

CÁDIZ. El objetivo está más cerca para el Cádiz B que entrena Sebastián Herrera. Ayer, los pequeños amarillos consiguieron una nueva victoria, con goleada incluida, frente a un Rota que intentó tapar al cuadro cadista desde el minuto uno, no dejarle espacio ni minutos para que sus jugadores pensaran, pero los de Sebastián Herrera, en Carranza, se convierten prácticamente en un equipo invencible y ahí está la muestra con otra goleada, en esta ocasión sobre el equipo que entrena Paco Corbeto, un técnico de prestigio en esta categoría y gran conocedor de los equipos rivales, pero que en esta ocasión se encontró con un equipo al que todo le sale, pese al seguro comienzo de los roteños, que taparon muy bien a sus rivales.

Los dos equipos saltaron al campo con las ideas muy claras y cada uno sabiendo lo que tenía que hacer. Los locales, con un sistema superofensivo. Las bandas eran para Rodiel y Leo, con Juanlu en la mediapunta y arriba el goleador Pablo. A ellos se sumaban hombres como Antonio Ocaña o Germán, que se hicieron dueños de la zona ancha, pese a los cinco hombres que en esa zona colocó Paco Corberto.

El Rota, conocedor de la facilidad goleadora del Cádiz B, no quería ser sorprendido en los primeros minutos. Intentó hacer un desgaste del rival. Mover el balón con rapidez y desplazamientos largos para, en algún contragolpe, intentar sorprender a Falcón, pero eso no sucedió a lo largo de todo el choque.

El Cádiz B, con suma tranquilidad, fabricaba su fútbol desde atrás. En esa primera línea nacía el fútbol cadista y eran Ocaña y Germán los que asistían de balones a los hombres de arriba. Y comenzó el peligro en el área rival. La primera gran ocasión fue para Pablo, cuando a los diez minutos el colegiado señaló un clarísimo penalti sobre Juanlu y el goleador cadista, cosa extraña, mandó el esférico fuera.

Nada de nervios. El equipo continuaba con su dominio, sabedor de que los goles llegarían. De hecho, fue el propio Pablo el que inauguraba el marcador, y a partir de ahí sólo existió un equipo, el amarillo. El Rota intentó abrir sus líneas y eso le costaba encajar, siete minutos más tarde, el segundo en una genial jugada personal de Leo, que llegó hasta la 'cocina' driblando a todos los rivales que le salían al paso. Con el dos cero el equipo se marchaba al descanso.

En la reanudación, en la primera jugada de ataque, de nuevo Pablo, de vaselina, marcaba el tercero, mientras que el cuarto era obra de Mario Espina, que había sustituido momentos antes a Pablo. Primer balón que toca y gol. El Rota, con más corazón que cabeza, intentaba marcar el gol del honor, pero este no llegaría.

Con esta victoria y la derrota del Arcos en Tarifa, el Cádiz B da un paso muy importante, a falta de cinco partidos, para estar presente en la liguilla de ascenso.

Fuente: http://www.diariodecadiz.com/edicion/deportes/deportes433255.htm