Desesperanza, esa es la frase que define lo que siento esta mañana de viernes posterior al Partido del Centenario...

Uno empieza a mirar las fotos colgadas en Portalcadista y siente un cúmulo de sentimientos encontrados que, al menos a mi, hacen que parezca que se me sale el corazón del pecho.

Uno ve al bueno de Dertycia, que nos regaló tantas y tantas tardes de gloria, (todavía recuerdo con anhelo aquel partidazo, el del 4-0 al Barcelona, en el que el argentino literalmente se salió), luego veo a Mateos, a Kiko, y se me vienen un recuerdo a la cabeza: y es la imagen de las celebraciones de permanencia en Primera en los vestuarios, con gente de casa, de la cantera, gente que se dejaba la piel por el equipo porque lo sentía como suyo, y que irremediablemente contagiaba de ese entusiasmo al que venía de fuera.

Incluso sin ir tan lejos, gente como Armando, Zafra, etc. que tuvieron los arrestos, (lo diría de otra manera pero no procede), de llevar el equipo arriba desde las catacumbas, desde un encierro en Carranza porque no cobraban hasta la mismísima Primera División.

A mi mente se vienen recuerdos de aquel FONDO NORTE, con mayúsculas, mucho antes de las obras, que llevaba al equipo en volandas, aquel Fondo Norte que "marcó el gol" al Nástic en aquella Liguilla de Ascenso.

Más atrás imágenes de cuando de pequeño me "colaba" siempre en Carranza, pidiendo el favor a alguna persona mayor que me dejara entrar con él, (entonces todo era distinto), recuerdos de aquel MAGO... al que ayer se le echó, y mucho de menos...

De pronto oigo un ruido, y me incorporo a la realidad, al día de hoy 8 de abril de 2011, y se me cae todo... pierdo la sonrisa que he conservado durante diez minutos de divagación, y la transformo en tristeza, en desesperanza, en desilusión...

Aquellos canteranos se transforman en nuevos canteranos a los que no se les da oportunidades, y lo peor de todo es que una de esas pocas excepciones está muy lejos de aquel sentimiento de de CADISMO, hablo de Dani, por supuesto, aquellos foráneos contagiados se convierten en mercenarios a los que más les preocupa la noche gaditana del sábado, que la hipotética tarde del domingo en Carranza, aquel FONDO NORTE (...) se convierte en el Cementerio actual llamado Ramón de Carranza, y me daba cuenta de la realidad a la que asistimos.

Más allá del CUTRÍSIMO Centenario vivido, me doy cuenta del boquete en el que estamos metidos, en la aureola de la que no salimos, la aureola de un Presidente en la sombra que es el PRINCIPAL CULPABLE de todo esto que nos ha pasado.

Por eso, le pido, le ruego Señor Muñoz, que venda, que venda de una maldita vez y nos des a los cadistas la oportunidad de soñar con un futuro esperanzador, a volver a ser lo que fuimos, a sentir lo que sentimos...