“La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor”. Winston Churchill
¡Spagnolo, el Cádiz… sus muertos! ¡Qué angustia, qué sufrimiento más bueno! La victoria ante el Numancia es el triunfo de la fe de un equipo comprometido que no da un balón por perdido hasta el último minuto, personificado esta vez en la figura de Jon Garrido que con su remate portentoso -¡qué bello, qué bestia!- lucraba la indulgencia plenaria del cadismo por sus pecadillos de juventud. Estas perdonado, chavea, que una mala tarde la tuvo Contreras.
¿Y el centrito medido del príncipe gitano, qué? ¡Encantado, gracias, iguamente! El gol en el descuento, con la inestimable colaboración del portero numantino Munir que fue a por uvas cuando todavía quedan tres meses para fin de año, tiene que hacernos comprender que esto no va a ser un paseo por el camino de las baldosas amarillas, que en el bosque de la permanencia nos vamos a encontrar con más ogros y lobos que caperucitas, y en situaciones más malas que la madrasta de Blancanieves.
Cada uno de por sí es un alcaucil y muy libres de hacer lo que nos venga en gana, pero para ser la sexta jornada nos estamos volviendo un poquito exigentes, ¿no?, pues en el descanso tronaron voces amestalladas discordes con el juego realizado en la primera parte, cuando el equipo se mostró impreciso y aturullado y se vieron menos ocasiones que en una tienda de Apple.
Tras tantos años en segunda be la afición cadista necesita un cambio de mentalidad, un poquito de humildad para dar un salto evolutivo, como cuando aparece el monolito en “2021, una odisea en el estadio”, la película futurista que trata sobre un atribulado cadista en una sociedad distópica que pretendiendo -pobre iluso- aparcar en los alrededores del Carranza en día de partido, divisa a lo lejos un hueco y henchido de felicidad acelera como un rayo, pero en una toma a cámara lenta en plan contraataque de Oliver y Benji mientras suena el "así habló Zaratustra" de Strauss y cuando lo tiene perfectamente aparcado comprueba con desazón que es plaza reservada para paraolímpicos. Moraleja: como vayas de sobrado te la dan por todos lados.
Estamos comprobando que en la liga 1|2|3 existe mucha igualdad y los partidos se resuelven por pequeños detalles, por lo que el apoyo de Carranza se antoja fundamental.
Dejemos que el Cádiz luche con sus armas, corriendo por bandas con las botas de siete leguas del marqués de Carabás, peleando en el centro del campo con el ingenio del sastrecillo valiente y defendiendo como Juan, sin miedo a nada ni nadie, para que al final de temporada seamos felices y comamos perdices.
Y a los que a las primeras de cambio silban porque se aburren y en las adversidades son contrapeso, que venga el flautista de Hamelín y se los lleve bien lejos de aquí a ver al Barça o al Madrid.
José Manuel Ramos 'Pichili'
Colaborador de Portal Cadista y Radio Cádiz