"Si no esperas lo inesperado no lo reconocerás cuando llegue" (Heráclito de Efeso).

Segunda victoria consecutiva del Cadiz. Una victoria -mucho mejor que la de Beckham, dónde va a parar- que supone un pequeño salto en la clasificación pero un gran paso para la humanidad cadista, que diría Armstrong  (el astronauta, no el ciclista tramposo), sobre todo en el aspecto anímico pues fortalece las ideas del míster de conseguir  los puntos a base de esfuerzo, pelea, sacrificio y solidaridad. Hombre, si ya fuera también a base de buen juego esto sería Jauja.

Dos triunfos similares, por la mínima, con portería a cero y a la hora de la siesta por la gracia de Tebas, a quien el diario deportivo Carca otorgó recientemente el premio al Fair play.  Así, sin anestesia ni nada. Encima tiene el nota la des-facha-tez de ir a recogerlo. Como dejar al zorro al cuidado de las gallinas. Quedan retratados el otorgante y el premiado.

Éxitos basados en la seguridad defensiva, con  la actuación estelar de Cifuentes, la efectividad de Ortuño y el trabajo en el centro del campo de José Mari y algunos detalles intermitentes de Abdullah, aunque el internacional por Comora enseguida se “acomora”.

Mención especial merece el debut en liga del joven Gastón Del Castillo, de cuyo fichaje todos construimos castillos en el aire que se derrumbaron a las primeras de cambio. Al parecer, no termina de adaptarse y  por lo que se vio en Carranza no se sabe muy bien si era el hermano del Kun Agüero o era el Kun ya abuelo. No se trata de crucificar al chaval porque una mala tarde la tuvo Contreras pero o aligera o más que coger la forma, la forma lo coge a él. 

Toca lo inesperado contra el Levante, el líder  intratable, y en su casa, pero si ha sido capaz de ganar el payaso Mcdonald Trump cualquier cosa puede pasar.

En una liga tan igualada, en la que el Cádiz se enfrenta cada jornada a sus propios miedos sin saber muy bien a lo que juega, resulta que a estas alturas de la temporada está caminando por el Mar de la Tranquilidad a tres puntos de la Gloria y a tres del Valle de Lágrimas.

No alcemos las campanas al vuelo, que ni antes eran tan malos ni ahora son tan buenos. Calma y tranquilidad. Por tu mare, tranquilidad.

José Manuel Ramos 'Pichili'
Colaborador de Portal Cadista y Radio Cádiz