Un equipo, una plantilla.
El día no acompañó. Desde dos horas antes mi mirada estaba en el cielo gaditano y mis oídos en la radio. La lluvia hacía acto de presencia en muchos campos de nuestra geografía y hacía peligrar el comienzo de algún que otro partido. En nuestra Tacita, caía una lluvia imponente en esos momentos. Faltaban 40 minutos y fui al Estadio. En el camino, las emisoras hablaban de algo que hace unos meses parecía imposible escuchar: el césped estaba asombrosamente bien. Evidentemente, esperé a verlo con mis propios ojos. Era cierto. El césped había asimilado la gran cantidad de agua de una manera soberbia. La primera gran noticia, sin duda.
El aficionado iba llegando poco a poco al estadio sorteando charcos y atascos. Poco a poco, sin ser a lo que estamos acostumbrados, unas 6.000 personas se armaron de valor en esta noche de perros.
La primera mala noticia y creo que la ultima del choque, fue la baja de última hora de Mario, que tuvo que abandonar el once inicial y la convocatoria a última hora por culpa de la fiebre. Dani Navarrete, aunque era de los llamados para el banquillo, también se vio aquejado por unas décimas y tampoco pudo vestirse. Mala suerte, sobre todo para el primero. Me hubiera gustado verlo ayer, era un partido que creo le hacía mucha falta.
En lugar de Mario, que no en su demarcación, entró Sesma. Debo reconocer que esto me dio algo de miedo. El canario es uno de los que más se desfonda en los partidos de nuestro equipo y temí que le pasara factura en un campo tan pesado y blando como el que teníamos ayer. Por supuesto me equivoqué.
En el encuentro de anoche pudimos ver cómo se arma una plantilla. Y eso es lo que está haciendo Víctor Espárrago y su equipo. Estamos comprobando cómo, en los partidos de liga, los cambios que vienen en las segundas partes no cambian en absoluto el rendimiento del equipo. Y ayer se corroboró. Los jugadores han asimilado el trabajo del cuerpo técnico. Saben en todo momento a qué tienen que jugar y cómo deben hacerlo. Eso, sin duda es una tranquilidad. El banquillo este año es “molto longo” y de calidad. Anoche pudimos ver internadas de Velazquez, con algún destello técnico digno de cualquier extremo. Vimos que De La Cuesta sigue siendo un témpano de tranquilidad sacando el balón en situaciones apuradas. Vimos que Navas superó las leves acometidas del rival sin demasiados problemas. Que Bezares es una autentica “bestia” que se revienta en cada partido. Que Fredi tiene una técnica exquisita y ganas de hacer las cosas bien. Que Enrique está mejorando cada día y que sigue con esa endiablada velocidad. Que Mirosavjlevic no sólo es gol, sino que tambien sabe jugar lejos de la portería y con sus compañeros (genial pase a Enrique en el segundo gol). Que De Gomar viene pisando fuerte y que Carlitos sabe poco a poco, los de abajo contarán algun día.
En definitiva. Una gran plantilla. Eso fue lo que pudimos comprobar ayer los que fuimos al Carranza. Y un gran equipo: el cuerpo técnico. Impresionante la labor de Lorenzo Buenaventura y sus ayudantes que se reflejó en el esfuerzo de los jugadores, algunos de ellos fijos en liga, en un césped que debía de estar muy pesado y blando por el agua caida.
Y ahora, a ver quien nos toca.
Chip_Iron (esecadizoe.com)