Varios cientos de aficionados cadistas optaron por marcharse del estadio aún cuando al partido le restaba cinco minutos más el descuento para que el árbitro lo diera por finalizado. Un 0-2 en el marcador a favor del San Roque de Lepe, la mala imagen del Cádiz CF y la disputa de la vuelta de la Supercopa de España entre el Real Madrid y el Barcelona parecían motivos de peso para no confiar en una remontada imposible de imaginar en ese momento.

Pero lo imprevisible del fútbol obró el milagro y primero con un gol de Pablo Sánchez, luego con otro de Garrido y por último con el tercero de Adrián Gallardo el equipo remontaba y certificaba su pase a la siguiente ronda de Copa del Rey.

Muchos aficionados que estaban bajando las escaleras de salida se dieron la vuelta para ver el trepidante final del partido, pero otros que ya marcharon por las puertas, ante el bullicio que escuchaban procedente del interior del estadio, intentaron volver a entrar sin éxito, llegándose a vivir incluso algún momento de tensión que no pasó a mayores. El motivo es que debido a la normativa de seguridad por la que se rige el club, los aficionados que salen del estadio no pueden volver a acceder al mismo, algo de lo que queda constancia en los diferentes carteles que se pueden ver en los accesos al recinto deportivo gaditano.