Si nefasta es la situación para el Cádiz CF, para sus aficionados -que son los que pagan por ir al fútbol y los que sufren los disgustos de su equipo-, no es tampoco un momento nada agradable.

Tras el partido contra la UD Melilla un nutrido grupo de cadistas se empezó a concentrar en la pasarela que une la Avenida con Tribuna. Allí comenzaron a protestar contra jugadores y directivos sin que el asunto fuera a mayores.

Los momentos tensos comenzaron a sucederse minutos después, cuando un grupo de exaltados comenzó a lanzar piedras hacia el interior del parking de preferencia desde el acceso a fondo norte, según la versión de la propia Policía Nacional, que se vio obligada a actuar y a poner orden, para posteriormente hacerlo en el exterior del estadio Ramón de Carranza y dispersar a los aficionados que se concentraron en la puerta de salida del aparcamiento por fondo sur.

La gran mayoría de cadistas decidieron pacíficamente abandonar la zona, tras la recomendación de la propia Policía, que pretendía garantizar la salida de los futbolistas del Cádiz CF y que no fueran víctimas de ningún tipo de incidentes. Varios aficionados opusieron algo de resistencia, lo que obligó a una nueva actuación de los antidisturbios, que acotaron los accesos hacia el estadio hasta que se produjo la salida de todos los jugadores.