Grande era la indignación entre los casi 50 aficionados cadistas que se dieron cita en El Carpio para presenciar el partido entre el Córdoba CF B y el Cádiz CF. No era para menos, ya que el club cordobesista decidió mantener la decisión de cobrar las entradas al precio de 20 euros en lugar de la rebaja a 15 euros que apalabró el pasado miércoles, lo que provocó la ira de los cadistas que se agolparon en la taquilla principal del campo de fútbol carpeño protestando ante tal decisión.

La indignación fue creciendo a medida que fueron pasando los minutos. Florentino Manzano intentaba intermediar con responsables del Córdoba CF para que las entradas se vendieran a 15 euros, pero éstos se justificaban en que el desplazamiento promovido desde la Federación de Peñas Cadistas se canceló para aferrarse a cobrar los 20 euros que inicialmente fijaron.

Pero el mayor enfado se produjo cuando hacía aparición por los accesos del estadio Municipal de El Carpio el presidente del Córdoba CF, el polifacético y mediático Carlos González, recordado tras saltar a la fama tras protagonizar diversos spots publicitarios virales. Varios cadistas se acercaron al máximo mandatario cordobesista para proferir sus quejas, el cual no se las tomó con agrado y respondía bruscamente a los aficionados "ustedes no sois quiénes para decirme a mí a qué precio tengo que cobrar las entradas de mi equipo" antes de acceder al interior del vetusto campo de fútbol.

La mayoría de los aficionados cadistas decidieron finalmente adquirir la entrada a 20 euros, pero otros, ante la decisión de la directiva cordobesista, decidieron no pasar por caja.

Lo que pudo haber sido una fiesta del fútbol andaluz, con un desplazamiento masivo, se tradujo en indignación, malestar y unas relaciones entre Córdoba CF y Cádiz CF cada vez más maltrechas.