Gaditana, cadista y voluntaria del Cádiz CF, Anabel Tirado no es una aficionada más en las gradas del Estadio Nuevo Mirandilla. Su amor por el equipo va más allá de los cánticos y los colores; se materializa en acciones concretas que hacen del estadio un lugar más inclusivo.

Anabel Tirado comparte el origen de su pasión por el cadismo: "Mis padres me lo han inculcado desde que era pequeña y hemos seguido al Cádiz CF a todos sitios. Actualmente, mi marido, mi padre y yo somos voluntarios. Mi padre se ha unido hace poco. Hemos participado en actividades como los desayunos saludables, cuando nuestro trabajo nos lo permite. También hemos estado en la campaña de la provincia y en los partidos ayudando a los aficionados".

Nuevas responsabilidades en el próximo partido

Para el próximo encuentro en casa ante el Rayo Vallecano, Anabel asumirá una labor especial. "Junto con otras compañeras, colaboramos con los más pequeños en la foto inicial con el primer equipo", explica. Pero su rol no se detiene ahí: "También estaré ayudando a las personas que acudan al estadio y tengan problemas de audición. Gracias a mi hermano, tuve que aprender lenguaje de signos. Podré ayudar a todos los aficionados que tengan este problema o minusvalía ya sea para encontrar su asiento o si tuvieran algún problema de salud".

Un símbolo de accesibilidad

En su camiseta, Anabel llevará un símbolo visual que indica su capacidad para asistir a personas con problemas de audición, una habilidad que adquirió por circunstancias familiares. "Mi hermano nació en el año 94 y, al año y medio nos enteramos que era sordo total. No era un problema derivado de la familia sino por una malformación congénita en el feto de mi madre", recuerda Anabel.

La lengua de signos, un legado familiar

El hermano de Anabel, actualmente profesor de lenguaje de signos internacional en Japón, fue quien la inspiró a aprender esta forma de comunicación. "Él decidió por sí solo aprender la lengua de signos. En ese proceso a mi madre y a mí nos gustó y decidimos aprenderla también", dice Anabel, quien lanza un llamamiento: "A todo el mundo le recomiendo que la aprenda porque es muy bonita. Practicarlo y ayudar a otras personas también nos recuerda a él aunque esté lejos".

Con su labor y entusiasmo, Anabel Tirado contribuye a hacer del Estadio Nuevo Mirandilla un espacio más inclusivo, donde cada aficionado, independientemente de sus capacidades, pueda disfrutar del fútbol y del ambiente cadista.