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Se suele decir que las casas de apuestas van por delante de todo el mundo a la hora de saber lo que se cuece en los distintos eventos deportivos para los que ofrecen a los usuarios la posibilidad de arriesgar su dinero a cambio de acertar un resultado. En los países con una larga trayectoria en este tipo de negocio se llega hasta límites insospechados. Saber si un quarterback de un equipo de fútbol americano no ha pasado una buena noche, un caballo tiene molestias antes de una carrera o un pivot de baloncesto problemas familiares son circunstancias que hacen variar las cuotas de ganancias hacia un lado o hacia otro.
En el fútbol no se llega a tanto, pero por ejemplo la pasada jornada, la convocatoria facilitada por el Elche antes del encuentro ante el Murcia (con la ausencia de Wakaso y la inclusión de dos jugadores del filial) hicieron bajar casi un euro la cuota de este pronóstico en varias casas de apuestas.
La sorpresa, o no tanto, ha llegado en la última jornada de la competición. De las dieciséis casas más importantes que operan desde internet sólo dos de ellas (Bwin y Betfair) permiten jugar en la última jornada liguera de la categoría de plata y con matices, no pudiéndose apostar nada más que al 1-X-2 y no a que un equipo no pierde o no gana (1X o X2). Otras en las que hasta ahora era habitual hacerlo en Segunda División (888sport, Bet365, Betway, Expekt, Gamebookers, Interapuestas, Ladbrokes, Miapuesta, PaddyPower, PartyBets, PinnacleSports, StanJames, Unibet o WilliamHill) cierran la temporada borrando de un plumazo dichos partidos.
Y es que, como suelen decir aquellos que siguen el mundo de los pronósticos deportivos, las casas de apuestas no son tontas. Esta semana podemos asegurar sin riesgo a equivocarnos que éstas, como mínimo, no se fían de lo que pueda suceder más allá de lo meramente deportivo.
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