El próximo domingo el Cádiz tiene suficientes alicientes para ir a por la victoria: es el líder, está ante su afición y tiene la posibilidad de conseguir (aunque tendrá que tener la ayuda de terceros resultados) la clasificación matemática como primero de grupo. Pero el rival llega también cargado de motivaciones.

El Lorca Atlético, a falta de cuatro jornadas para la finalización del campeonato, ve más cerca que nunca la salvación. Sus últimos resultados han hecho que se coloque en una plaza fuera de la zona de descenso y promoción, por lo que llegará al Ramón de Carranza con la idea de al menos sacar algún punto que le mantenga un fin de semana más alejado de la zona caliente de la tabla.

Los de Emilio Riquelme no han perdido ninguno de sus tres últimos compromisos, consiguiendo dos victorias y un empate. Sus dos triunfos fueron en casa ante la UD Melilla y Sevilla Atlético mientras que la igualada la consiguieron fuera de su feudo ante el CD Badajoz. Precisamente ese resultado acabó costándole el puesto al técnico pacense y ex cadista Moises Arteaga.

El equipo lorquino, a pesar de estar conviviendo casi toda la campaña en la parte baja del Grupo IV, está vendiendo caros sus partidos. No en vano el Cádiz ha sido el equipo que más goles les ha endosado en un encuentro, con ese 1-4 del duelo de la primera vuelta.

Pero también seguramente guardarán algunos de sus componentes y aficionados el grato recuerdo del partido de la pasada temporada en el estadio gaditano, donde lograron vencer 1-2 con Risto Vidakovic en el banquillo cadista.