Ayer fue uno de los más efectivos del CD El Palo en el Ramón de Carranza. Sus paradas, junto con el gol de Amaya en el 85 de partido, fueron clave para birlarle dos puntos al Cádiz CF en su feudo.
Pero el guardameta catalán no estuvo acertado cuando en su salida lanzó besos a la grada, lo que se entendió como provocación por parte del joven futbolista, que en su Twitter ha querido apagar el fuego y reconciliarse con Carranza "No entiendo este ataque hace mi persona de la afición del 'Cádiz CF'. No tuve ningún gesto ni ninguna falta de respeto hacia la grada. Es más, la aplaudo por su comportamiento a lo largo del partido, excepto el final. Afición de primera. Mucha suerte este año cadistas".
Su entrenador, Rafael Muñoz, también le dio un tirón de orejas ayer en la sala de prensa del Ramón de Carranza, lo que también habrá ayudado para hacerle reflexionar.