Cuando se conocía el verano pasado el calendario de la temporada resaltaba entre los últimos partidos de la competición el que se va a jugar este próximo domingo. Que a falta de cuatro jornadas para el final el FC Cartagena visitara el Ramón de Carranza hacía prever un encuentro de alta tensión entre dos equipos en la parte alta de la tabla ya que ambos partían como gallitos del Grupo IV. Pero lo siempre imprevisible del fútbol y los múltiples factores que rodean a este deporte suele dejar en entredicho a cualquiera que se postule como adivino.

El equipo de la ciudad departamental llega al estadio gaditano queriendo salvar la categoría y con muchos problemas derivados más allá del terreno de juego. Mientras que el Cádiz poco más o menos deja pasar las fechas para llegar al playoff, los blanquinegros se aferran a la posibilidad de conseguir cualquier punto que les haga respirar en la parte baja de la tabla.

Los varios ex cadistas de sus filas a buen seguro saltarán al césped gaditano con una mezcla de necesidad por puntuar y de rabia por no vivir el momento dulce del equipo amarillo. Gato, Ceballos y Jorge Luque lucharon en su día por el mismo objetivo en el que seguimos inmersos y por el que se dejaron sudor y lágrimas cuando defendían estos colores. Este domingo realizarán un ejercicio más de profesionalidad como el que vienen haciendo durante toda la temporada: olvidarse de que no cobran para no irse de vacío de la Tacita de Plata.

Deberá poner mucha atención el Cádiz en no distraerse y pensar que el de enfrente viene derrotado. Los resultados de las últimas jornadas de los de Claudio Barragán obligan, sea con más o menos habituales en el once, a conseguir un buen resultado.