El técnico del Racing de Santander tras el partido hacía el balance del choque que había enfrentado a su equipo ante el Cádiz y hacía referencia a la situación tras la igualada de los suyos a falta de cinco minutos para el final del tiempo reglamentario. “Cuando hacemos el empate creo que podemos hacer el segundo gol, viendo que pasa dos o tres minutos en los que no eres capaz de generar peligro debíamos habernos tranquilizado y tener más el balón. Sin tanto riesgo, que los laterales no se incorporaran tanto. Al final tenía la sensación de que teníamos dominado el juego, porque estábamos teniendo el balón, pero no teníamos dominado el partido. Cada vez que salían a la contra nos generaban peligro”.

Destacó como aspectos negativos de los suyos las pérdidas de balón en zonas peligrosas. “No creo que fuera desorden. Sabíamos que nos iban a dar el balón, que nos iba a intentar contraatacar. Necesitábamos tener vigilancias y hacer presión tras las pérdidas, pero teníamos claro que su velocidad era mayor en ataque que nuestra defensa. Al final si analizas los dos goles estos vienen de dos pérdidas. Una en campo propio y la otra al comienzo del campo rival. Un equipo de contraataque es de lo que vive: de los errores y de las pérdidas. En ese sentido nos han penalizado”.

Sobre las decisiones arbitrales, las cuales protagonizaron el partido, afirmaba que “al final el VAR posiblemente convierta las decisiones en más justas, pero se pierde un poco la salsa que tenía el fútbol antes de que apareciera el VAR. En algún momento nos favoreció y en otro fue desfavorable. Lo peor es que se interrumpe mucho el partido. Posiblemente sea más justo, pero ya no es lo mismo que antes el fútbol”.

Preguntado sobre si quizás se plantea cambiar el estilo de juego de su equipo, contestaba que “más que cambiar el estilo lo que tenemos que hacer es dejar de cometer errores. Si tenemos este estilo es porque creo que es el que más nos favorece para los jugadores que tenemos. No nos penaliza la forma de jugar sino las pérdidas y los errores”.