Cara y cruz en el partido de ayer en el Stadium Gal de Irún
La gran mayoría se dieron la gran paliza de 15 horas de viaje entre Cádiz y Irún, y lo que menos se podían imaginar era la odisea de continuos despropósitos que se iban a encontrar en el recinto deportivo irundarra.
Comenzando con la cruz de estos despropósitos, algunos aficionados mostraron su malestar con los accesos a la grada donde se situaron la mayoría de los cadistas, algo resbaladizos y poco adaptados a las personas con movilidad reducida. También se produjeron ciertas quejas de la suciedad de la grada.
Pero, sin lugar a dudas la queja más extendida fue la nula disponibilidad de servicios (WC) para los aficionados que lo requiriesen y el uso de la pared de la grada como sustitutivo de estos. Finalmente, tras interceder Miguel Cuesta con dirigentes del equipo vasco, se permitió el acceso de algunos aficionados a los servicios disponibles en la grada de Tribuna Principal, aunque con cierto celo de los miembros de la policía autonómica vasca (Ertzaintza), según nos comentaron.
Continuando con la cruz en los despropósitos, aireadas fueron las quejas del Presidente del Cádiz, Antonio Muñoz, con, entre otros dirigentes del equipo irundarra, con su homónimo en el equipo vasco, Ricardo García, aunque también hubieron quejas de Julio Peguero con otros consejeros y empleados del Real Unión. Los motivos fueron diversos: el excesivo volumen de los altavoces instalados para la ocasión, situados en la parte superior de la fachada exterior de la grada donde se situaba la afición cadista; la presencia de aficionados del Real Unión escasamente a menos de dos metros del césped, aunque separados con una valla), el problemas con los WC para los cadistas, etc. Antonio Muñoz lo repetía con insistencia: "Esto es indignante".
También fueron víctimas de cierta descoordinación en los accesos al estadio algunos miembros de la prensa gaditana, a los que la Ertzaintza le impidió temporalmente el paso a la grada de Tribuna para ejercer sus labores informativas. Esta incidencia no pasaría a mayores gracias a la intermediación de Gorka, Jefe de Prensa del Real Unión de Irún.
Pero no todo fue cruz en este partido. También se dio cara y fue sobre todo con el trato y respeto que la afición del Real Unión de Irún le brindó a los cadistas desde que éstos se dejaron ver por la localidad fronteriza, en el mismo estadio que registró un lleno total e incluso en la posterior celebración del ascenso del Cádiz. Incluso se llegó a escuchar en algún momento del partido el cántico ¡El año que viene Cádiz - Real Unión! proveniente de la afición txuribeltz.
Lo cierto es que el Real Unión de Irún intentó hacer su partido, poniendo en práctica algunas malas artes, que como se pudo comprobar al final del partido, no le sirvieron para nada. Lo que sí es, sin lugar a dudas, lo más destacable es la afición del Real Unión, que ayer con el apoyo que le dio a su equipo y con la acogida a los cadistas, dio buena cuenta de que se merecen estar en una categoría superior de la que están.
