El aspecto negativo fueron las expulsiones de Aarón Bueno y Velasco

Foto: Grimpress

Con la llegada de Jose también llegó lo que el técnico gaditano quería, al menos en parte. Lo principal fue la victoria. El Cádiz necesitaba imperiosamente los tres puntos y más en el campo de uno de los equipos de la parte baja de la tabla. Para ello tenía que usar armas de Segunda B, esas que su nuevo entrenador quiere implementar y que son nada menos que estar ordenados, luchar cada balón como si fuera el último del encuentro y que la calidad de algunos jugadores salga a relucir cuando sea necesario.

'El Morao', campo donde los amarillos tenían que jugar este domingo, es un lugar complicado para hacer fútbol de toque. La irregularidad del césped era patente en todo el terreno de juego. Tanto, que una de las porterías era más de 30 cm más baja que la otra en su parte central debido al desnivel del mismo.

Pero el Cádiz se puso el mono de trabajo. Con un inconmesurable Álvaro Silva en tareas defensivas en el centro del campo, lucharon cada balón aéreo que en la primera media hora fue la tónica general del juego. Con muy poco fútbol y poquísimas ocasiones, los amarillos se mostraron tranquilos y concentrados en cada momento. En defensa ningún despiste ya que cualquier complicación se arreglaba con un despeje. Los pases se daban si eran fáciles y donde más se arriesgaba era cerca del área rival. El Caravaca se encontró con un rival peleón que dejaba poco espacio y tan sólo se acercó en alguna falta lejana que colgaron al área, donde habitaba un Álvaro Campos muy seguro por arriba. El Cádiz, por su parte, avisó con un cabezazo de Álvaro Silva tras una falta y otro testarazo de Velasco que sacó un defensa bajo palos.

Cuando parecía que se llegaría al descanso con el empate inicial, una jugada en el minuto 39 de toque entre Enrique, Aarón y Pachón (estos dos ya dentro del área) acababa con el tanto del delantero. Un gol que sería el definitivo del partido. Con el Cádiz por delante en el marcador, se llegaría al intermedio.

La segunda parte estuvo protagonizada por las decisiones arbitrales y por las amonestaciones y expulsione. Nada más reanudarse el encuentro y en sólo cuatro minutos dos jugadores verían su segunda cartulina amarilla.Andrés fue expulsado en primer lugar y Aarón bueno en la jugada posterior. Con ambos equipos con diez, el Caravaca quiso dar algo más de rapidez al juego. Por fases el encuentro quedó demasiado abierto y el Cädiz no supo aprovechar varios contraataques para aumentar su diferencia en el marcador. Ese aspecto y el de no controlar la situación de tener ya una cartulina amarilla, fue quizás lo menos bueno del equipo de Jose González. Por esa misma razón también tuvo que irse al vestuario antes de tiempo Velasco, que a pocos minutos del final vio su segunda amarilla.

Los locales intentaron colgar balones al área rival con todos sus hombres altos esperando siempre el remate, pero el Cádiz se fajó bien en esa faceta y supo defender su portería de esos ataques a la desesperada.

Esta vez sí se pudo ganar fuera. Una victoria que aunque no sirve para volver a los puestos de playoff, al menos deja otro sabor de boca. Ahora queda volver a repetir éxito el próximo partido ante el Jumilla en Carranza.

FICHA TÉCNICA:

CARAVACA C.F.: Manolo, Miguel Angel, Gavilán, Alfonso, Georgi, Soldevilla, Javi, Rivera (Elías, 45'), Sivori (Adrián Ruiz, 55'), Pelusa (Rojas, 68') y Andrés.

CÁDIZ C.F.: Álvaro Campos. Pecci, Serrano, Baquero, Raúl Lopez, Álvaro Silva, Carlos Caballero (José Miguel Caballero, 67'), Velasco, Aarón Bueno, Enrique (López Silva, 60') y Pachón.

GOLES:

1-0 - Minuto 39: Pachón.

ÁRBITRO: Sr. Pintado Calero (Valenciano). Amonestó a los jugadores locales Gavilán, Adrián Ruiz y Soldevilla; y a los visitantes Serrano, Raúl López y Álvaro Campos. Expulsó por doble amonestación a Andrés por parte del Caravaca, y a Aarón Bueno y a Velasco por parte del Cádiz.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 14ª jornada del Grupo IV de Segunda División B disputado en el estadio Antonio Martínez "El Morao" de Caravaca de la Cruz ante 150 espectadores y unos 15 cadistas.