Jose González dijo tras el partido del Madrid que ya ninguno de los rivales que quedaban era el Real Madrid  Castilla y los jugadores parece que han recogido ese mismo discurso. Wilfried Moke en rueda de prensa este miércoles apelaba también a la diferencia del resto de equipos con el filial merengue. “Fallar sería irnos para casa. Ahora estamos en el grupo de equipos que quedaron segundos, terceros y cuartos y ya no hay margen de error”.

A nadie se le escapa que es posible que haya algún que otro cambio en el próximo partido. El francés se ve preparado para aceptar el reto, como siempre. “Eso ya es el míster quien decide. Yo me preocupo de entrenar bien, estar bien físicamente y mentalmente. Me he levantado ya de la derrota ante el Madrid aunque fue duro. Siempre he dicho que siempre tengo ilusión por jugar”.

Ve al equipo con fortaleza anímica para sobreponerse a la pérdida de la anterior eliminatoria  y se pone, al igual que Ferreiro, la meta de la unión del vestuario para superarlo. “Después del partido fue duro. Pero tenemos un equipo que mentalmente es muy fuerte y lo ha demostrado a lo largo de la temporada. Cuando perdimos en Lucena y en Sevilla nos hemos levantado. Ahora no es el momento de decaernos sino de estar más unidos que nunca y trabajar”.

Al igual que ocurre en la afición, Moke cree que es el equipo el que debe demostrar cosas y hace referencia a ello como en lo único que hay que estar centrado, no por ejemplo en que el equipo manchego llega de ganar una eliminatoria mientras que el Cádiz lo hace tras perder la suya. “Eso tampoco tiene que preocuparnos mucho. Sabemos que es un buen equipo. Aunque por la clasificación puede decirse que es peor que el Castilla pero en las eliminatorias los equipos se motivan. Nosotros tenemos que preocuparnos de nosotros mismos porque el mayor rival que tenemos somos nosotros. Si hacemos las cosas bien y nos acompaña  la suerte que nos ha faltado en partidos anteriores, este equipo está capacitado para ganar”.