Fue, sin duda, el más destacado del encuentro, ya que salvó más de un gol que podría haber sido encajado en su portería y que hubiera puesto la eliminatoria bastante cuesta arriba.

Aulestia arriesgó su integridad física y de Albacete se marchaba con un bulto en la cabeza tras un golpe que recibió de un jugador del conjunto castellano manchego tras un rechace de balón en su área.

Antes de subir al autobús, el meta vasco valoraba que "veníamos de una dimámica muy complicada después de encajar ocho goles. Sabíamos que iba a ser un partido muy complicado y hemos estado muy serios atrás. La pena ha sido no haber marcado un gol, pero tenemos que salir en casa a ganar y no queda otra".

Y apuesta por salir en Carranza a conseguir el 2-0 cuanto antes "un empate no nos vale para nada y cuanto antes metamos el gol mejor. Iremos con la mentalidad de marcar dos goles, porque con el 1-0 se pueden complicar un poco las cosas. El Cádiz fuera de casa en Liga se ha mostrado muy serio. Ahora hay que ganar en casa", sentenciaba.