La sanción a domingo deja libre un puesto en la defensa y tanto Garrido como Garretas son a priori los candidatos para ocuparlo. Garrido hablaba para la prensa tras el entrenamiento y espera poder ser él el que esté en el equipo ante el Betis B. Tiene ganas de demostrar que puede jugar en este equipo y, sobre todo, que el Cádiz deje atrás esos problemas defensivos que viene arrastrando desde comienzos de temporada. “Ojalá. Estoy trabajando por hacerme por un puesto en la liga y a ver si conseguimos, primero estar en el once, y después mantener la portería a cero, ganar, para ahuyentar un poco ese run run que se va a subsanar entrenando. Estamos tranquilos porque estamos a tiempo de solucionarlo todo. Me encuentro bien, con ganas. Llevo sin jugar desde la eliminación de Copa y quiero ganarme la confianza del míster. A principio de temporada  a la gente más alta nos cuesta un poco más coger la forma, pero ya todo el equipo está a tope”.
 
Tras la eliminación del equipo en Copa del Rey, último partido en el que estuvo de inicio, se encuentra tranquilo. No le afecta lo que el entorno pueda generar y admite que es capaz de aislarse de todo ello. Tanto él como el resto del vestuario están concienciados para mejorar y para ello lo primero es corregir fallos que el central considera absurdos. “No me sentí como si todo el mundo me mirara a mí. Soy crítico conmigo mismo y sé que fue un partido en el que tuve situaciones de despejes en las que no estuve acertado. Pero no me sentí incómodo. Son errores puntuales. Parece que el mal está en la defensa y hay que solucionarlo. En el vestuario estamos tranquilos. No obsesionamos con lo que se dice y trabajamos. Es verdad que a veces que el foco va sobre la defensa, pero somos un equipo. Cuando las cosas salgan bien la defensa quedará en segundo plano. Es verdad que son errores absurdos, porque los vemos luego en vídeos. Te da más rabia porque es algo que se ha trabajado”.

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