Son varias semanas las que por un motivo físico u otro, se está quedando fuera de partidos o jugando bastante mermado. Para él es una situación extraña lo que está pasando porque nunca había tenido problemas musculares. “Lo llevo fatal. Tengo 31 años y nunca me he lesionado. No sé lo que pasa, pero en el tiempo que llevo aquí, un mes y medio entre una cosa y otra. No lo sé llevar porque no estoy acostumbrado a eso”.
Confía en el trabajo de Ramón Blanco y espera que sea el necesario para salir de esta situación en la que se encuentra el equipo. “Es un hombre con carácter. Con las ideas muy claras y que sabe lo que quiere. Imprime carácter, que eso también nos hace falta. Nos dice que tengamos tranquilidad, que nos quitemos esa presión de encima y, sobre todo, que cojamos confianza”.
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