El técnico cadista no podía esconder el enfado por haber perdido al menos un punto en un partido en el que con diez jugadores se llegó a igualar un resultado complicado. Preguntado sobre si la expulsión condicionó el encuentro no quería entrar en detalles. “No voy a hablar de los árbitros. Vosotros habéis sido testigos. Prefiero no hablar”. Sí comentó la acción de la expulsión de Kike Márquez, en la que considera que no fue merecedor de la primera de las amonestaciones. “La primera tarjeta él no hace nada por tocar el balón en la falta. El rival le chuta a él. Está a una distancia buena”.

Elogió el trabajo de sus jugadores en la segunda mitad, en la que se sacó garra para igualar el partido en inferioridad numérica y poniendo contra las cuerdas  a un rival con un futbolista más sobre el terreno de juego. “En la segunda parte hemos sido muy superiores. Hemos ampliado el campo, hemos tenido cuatro ocasiones muy claras de gol. Con el 1-1 creíamos que era cuestión de tiempo. Y en una acción puntual hemos pasado del 1-2 al 2-1. Escuece, da rabia, pero estoy muy orgullosos de estos jugadores. Saltar a este campo con diez jugadores en la segunda parte y ser dominadores de esa parte de principio a fin como hemos sido”.

A pesar de haber sumado un punto de los últimos nueve, mantiene intacta la confianza hacia sus jugadores. “Los que mandan son los resultados pero a mí el equipo no me genera ninguna duda. Puede ser que un punto de nueve lo pueda generar, pero no sé si está bien decirlo pero para mí el equipo ha hecho un partido soberbio. No es fácil ir con diez a por el partido y crear las ocasiones que se han creado. Hubiera dicho lo mismo si hubiésemos ganado”.