Nunca ha estado solo, nunca lo está y nunca lo estará. El Cádiz CF siempre cuenta con esos hinchas en las gradas cada domingo que juega fuera de Carranza. En Marbella más de un centenar de cadistas estuvieron en el Municipal de Marbella. Unos en el autobús de la Federación de Peñas Cadistas, otros en vehículos propios y, como no, aquellos que se acercaron de zonas cercanas de la Costa del Sol para estar con su equipo.
Animó desde principio a fin, no dejó de hacerlo cuando su equipo iba por debajo en el marcador y obtuvieron su premio con esa última jugada que daba el empate con el gol de Airam Cabrera. El tinerfeño y sus compañeros lo celebraron en esa banda, donde estaban esos locos de amarillos y se fundieron en un abrazo imaginario. No fue una victoria pero casi dejó ese sabor.