Ante lo que a priori parece una simple huelga convocada por el sindicato de los futbolistas españoles cabría matizar algunos aspectos que hacen ver la situación de una manera diferente y quizás más cercana a la realidad. Más que hablar de jornada de huelga para el próximo fin de semana por parte del fútbol español habría que hacerlo en un término más veraz como es el del cierre patronal.

¿Por qué desde el sindicato de futbolista no se ha lanzado ningún comunicado oficial anunciando la huelga y sí existe sin embargo uno de la RFEF del pasado día 5 anunciando la suspensión de “todas las competiciones de todas las categorías a partir del día 16 de mayo con carácter indefinido”? La respuesta es bien sencilla. Cuando Luís Rubiales, presidente de la AFE, le hace saber a su homónimo en la RFEF Ángel María Villar su intención de parar la competición al no estar de acuerdo con el Real Decreto que regulaba los derechos de TV en el fútbol profesional éste último le responde que las jornadas no se pueden perder como en ese caso establece la ley laboral en nuestro país. De ahí que la solución sea la de que la RFEF suspenda las competiciones. Este punto lo dejaba bien claro Rubiales en una entrevista en El ‘Partido de las 12’ en la Cadena COPE: “Villar dice que no puede perderse, que se suspende la jornada para que no se pierda”.

Eso significa, de una manera más fácil, que en principio la jornada perdida en caso de no disputarse se recuperaría y no se anularía como ocurriría en una huelga con todas sus consecuencias. Eso sí, si esta se alarga en el tiempo, se desconoce cuál será la solución.