Catorce horas de trayecto en la ida y otras en la vuelta para el Cádiz CF en este segundo partido de la eliminatoria ante el Celta de Vigo. El propio Claudio Barragán califica de “viaje de Lucifer” a la hora de definir el desplazamiento a tierras gallegas.

Para el técnico cadista no ha tenido nada que ver el resultado de 0-3 en Carranza para que viaje una nutrida representación de canteranos. Lo avisaba antes del primero de los encuentros y tras el partido ante el Recre recalcaba que “si el resultado hubiera sido más apretado, habríamos hecho lo mismo. Es algo que teníamos en mente porque para nosotros lo vital es el partido de Cartagena”.

Claudio está intentando que la Copa afecte lo menos posible a la competición liguera, sobre todo teniendo en cuenta la llegada de jugadores nuevos que deben adaptarse al grupo lo antes posible. “A todos nos gusta tener semanas largas y ahora también estamos incorporando a gente nueva con los que no hemos podido trabajar prácticamente nada. Pero estoy convencido de que se logrará conforme vayan pasando las semanas. Cuanto antes mejor, el equipo se encontrará mucho mejor y va a dar lo que todos esperábamos”.

A nadie se le escapa que la eliminatoria está más que complicada con el resultado de la ida, pero el técnico no quiere que el equipo deje de competir en cada oportunidad que tiene. Ahora toca en Balaídos. “Competir y disfrutar en un buen campo como es Balaídos aunque en estos días allí ha caído un buen chaparrón. Y que tengamos un feliz viaje de vuelta”.