Es muy difícil de explicar, por no decir imposible, por qué el Cádiz CF ha transitado durante el mes de mercado invernal sin reforzar la parcela ofensiva del equipo y solo lo ha hecho con la llegada de un lateral zurdo como Mario Climent y un central como Iker Recio, ambos procedentes de Primera RFEF y teniendo el primero dorsal del filial.
La necesidad de que el ataque se alimentara de nuevos mimbres procedentes de dicho mercado no es ni mucho menos infundada y motivos para ello había más que sobrados. En primer lugar estaba la marcha de Iván Alejo, un jugador que fue titular para Garitano mientras estuvo disponible y que él mismo se encargó de dejar claro que no era una salida que ellos hubieran solicitado. Y es que el técnico vasco fue meridianamente sincero cuando dijo que “Hay posiciones que tenemos que reforzar como sea. No es ninguna queja, hablo así de una manera bastante directa. Alejo estaba siendo titular y se ha marchado. Roger está lesionado y hay que mejorar”.
Precisamente en la posición de extremo diestro el técnico vasco ha dado casi todo el peso a Rubén Sobrino sin ser esa su posición natural antes que a un De la Rosa con quien su nivel de confianza se podría calibrar a través de los 26 minutos que ha jugado desde su llegada al banquillo. Tampoco parece que la solución vaya al menos a corto plazo Melendo, que junto con Roger son ausencias “de larga duración” en palabras del propio entrenador aunque a ambos se les ha visto este lunes sobre el césped de El Rosal. El primero junto con el grupo y el segundo haciendo carrera continua.
Por otro lado, en la figura del delantero centro el Cádiz a la situación de la ya comentada lesión de Roger nos encontramos con que la titularidad es para un muy trabajador pero nada goleador Carlos Fernández, mientras que desde el banquillo Chris Ramos tampoco está aportando demasiado en los minutos que juega. Para rematar, en una posición tan cotizada como es esa, el Cádiz tiene una de sus fichas ocupadas por Paco Mwepu, quien con Garitano en el banquillo ha jugado tan solo 18 minutos.
No cabe por tanto otra manera a la hora de calificar esta segunda ventana de fichajes del Cádiz como decepcionante e incomprensible. De ella se puede decir que ha salido incluso estando más debilitado en algunas zonas del plantel. A pesar de que se esperaba que el trabajo que se supone realiza la “dirección deportiva” cadista obtuviera frutos encontrando a futbolistas que mejoraran a los que cuentan menos para Garitano. Tampoco cabe olvidar que estamos hablando de un club que bajó a Segunda tras nada menos que cuatro años en Primera División, que al hacerlo obtuvo una importante ayuda al descenso y al que, por lo tanto, se le presupone un músculo económico con el que haber hecho frente a dichas necesidades deportivas llegados a este momento. Son cada vez más los aficionados cadistas que se preguntan dónde está ese beneficio obtenido en LALIGA EA Sports.