Primero el viernes y luego el sábado, Álvaro Cervera ha dejado claro el valor que tiene haber logrado la permanencia en el mes de marzo por tercer año consecutivo. Una hazaña que puede quedar nublada por el objetivo del ascenso en una categoría en la que, los tres equipos que subieron con el Cádiz están en Segunda B, mientras que, de los ascendidos en 2017, tres también descendieron. Y en ese mismo año.
En 2015 subieron Real Oviedo (séptimo), Nàstic (ahora mismo penúltimo contando el Reus), Huesca (en Primera) y Bilbao Athletic (descendió rápidamente). Junto al Cádiz, en 2016, ascendieron UCAM Murcia (bajó en 2017), Reus (ha descendido esta temporada por problemas extradeportivos) y el Sevilla Atlético (bajó en 2018, una temporada después). Peor suerte tuvieronen la siguiente temporada los recién ascendidos.
Cultural y Deportiva Leonesa, Lorca y Barcelona B ascendieron a LaLiga 1|2|3 en 2017, descendiendo a final de temporada junto al filial sevillista, que jugaba por segundo año consecutivo en la categoría. En 2017 también subió el Albacete, aunque actualmente se encuentra en lo más alto de la clasificación peleando por subir a Primera.
De los últimos cuatro equipos ascendidos, el Extremadura está actualmente en posiciones de descenso, mientras que el Rayo Majadahonda lucha actualmente por no descender. El Elche es decimocuarto y el Mallorca noveno. Todos ellos buscando escapar de las garras de una Segunda División preparada para la matanza, en la que todos los equipos tienen permiso para vivir y, la categoría, libertad para matar. De momento, y hasta nuevo aviso, el Cádiz se escapa de las garras.