El Cádiz vio rota en el Martínez Valero su racha de cuatro partidos consecutivos ganados. Una derrota que este miércoles analizaba Querol en rueda de prensa tras la sesión de entrenamiento en El Rosal. “Sabíamos que esto podía pasar. Cuando llevas muchos partidos sin perder la derrota está cerca de llegar y ahora toca partido ante el Lugo. Es una pena, pero la Segunda tiene esto, que cuando llega final de liga cualquier equipo puede llegar y ganarte. Todo el mundo quiere ganar para conseguir su objetivo y no va a ser nada fácil”, explicaba el jugador.
El equipo, evidentemente, ahora mira otras metas distintas con las que empezó la temporada. “Está claro que cuando llegué aquí me dijeron que el objetivo era los 50 puntos, ahora intentamos clasificarnos para el playoff”, entiende Querol.
Los rivales aprietan y una victoria evita tener que preocuparse por los que vienen detrás. “Las matemáticas dicen que hay muchos equipos que se pueden colocar arriba con nosotros. Si ganamos está claro que no nos pueden pillar los de atrás, así que eso tenemos que hacer, ganar”. Los equipos de arriba tuvieron también complicaciones en sus partidos y eso hace recordar lo complicado de la categoría. “Las victorias cada vez se pagan más caras. El otro día se encerraron atrás y no había manera. El Nàstic ganó al Albacete al final y eso demuestra lo que es esta división”
Ahora son tres los partidos que, de manera seguida, habrá que disputar como local. “Fuera de casa es muy difícil ganar. Tenemos una oportunidad muy buena de esos tres partidos en casa, pero tenemos que centrarnos en el partido del Lugo y ya luego pensaremos en Córdoba”.
Desde su llegada ha jugado en varias posiciones, algo a lo que está acostumbrado y encantado de hacer en el conjunto amarillo. “La verdad es que suelo jugar en las tres posiciones de arriba. El juego del Cádiz me viene bien. Si me tengo que decantar por una arriba. Del tiempo que llevo aquí toco muchos balones arriba. Estoy contento con mi trabajo de tocar balones. Cuando veía al Cádiz llegaba por banda y costaba que entraran en juego los de arriba, ahora no”.
Su aterrizaje, como el de otros compañeros en el mercado invernal, debe dotar al Cádiz de ese necesario fondo armario para el siempre complicado final de liga. “Cuando vine aquí supe que iba a ayudar al equipo en lo que podía y eso hacemos todos los que hemos venido en el mercado. Venimos para trabajar y llegará el momento de todos”.