Los jugadores del Cádiz esperan con ganas volver a los entrenamientos, los cuales aún tendrán que esperar para que se puedan producir en grupo. Luismi Quezada, que participaba en una charla virtual contestando preguntas de aficionados, explicaba lo duro que está siendo para ellos este parón obligado por la crisis sanitaria del coronavirus. “Echamos de menos la rutina daría, el trato de cada día desde que desayunamos en la ciudad deportiva, estar todos juntos e ir a por el objetivo”. Y es que para el lateral el vestuario cadista “se parece mucho a una familia. Somos como hermanos y al final eso es muy grande”.

Cuando le toca definir Carranza, lo tiene claro. “Es una olla a presión. Cuando Carranza aprieta todos los equipos saben que el Cádiz se va a llevar el partido”.

Preguntado sobre dónde le gustaría logra el gol del ascenso, primero comentaba que “aunque ya hemos jugado allí, no sería mal sitio el Juegos del Mediterráneo ante el Almería, que es un gran equipo. De los que aún nos queda por jugar pues en el Alcoraz”.

Destaca a todos sus compañeros del Cádiz, aunque recordó un partido en el que hubo uno que le hizo sudar bastante a la hora de defenderle. “Salvi me costó mucho. Como él, gente rápida te puede causar muchos problemas”.

También habló de sus aficiones en materia de videojuegos y sus partidas en pareja con Álex Fernández al Call of Duty Warzone. “Tenemos un ático que le llamamos el ático Luismi y cuando llegamos allí o duramos 30 segundos o ganamos la partida. Somos muy buenos”.