Ha tenido que ser el Consejo Superior de Deportes el que tome la iniciativa ante la falta de acuerdo constante entre la RFEF y LaLiga. El organismo gubernamental decide finalmente que se puedan disputar partidos tanto de Primera como de Segunda División los lunes y los viernes.
Era una medida que los propios clubes incluso habían defendido ya que esos horarios en estos tiempos permiten dar más visibilidad a los partidos televisados y así de esa manera minimizar las pérdidas económicas que están acarreando la pandemia en el fútbol, agravado por el hecho de que no se permite la entrada de aficionados a los estadios.