A pesar de que el Cádiz pudo adelantarse en el marcador si no hubiera sido anulado el golazo de Brian Ocampo, solo el arreón del último tramo de partido salvaron la cara del mal juego del conjunto cadista en esta vuelta de la competición en casa frente al Almería. Los amarillos volvieron a mostrar muchas de las carencias que vienen asomando a lo largo de la temporada, siendo incapaz de crear ocasiones claras de gol y, una vez estas llegan con cuentagotas, tampoco atinar a materializarlas. El delantero gallego, que lleva en el disparadero desde el pasado verano por una posible marcha, está resultando ser el mejor activo del club en la faceta goleadora con tres goles. Algo a todas luces incomprensible.

Hoy además el Cádiz ha parecido débil en defensa, donde se ha visto desbordado en ocasiones ante un rival que solo ha tenido que sacar a relucir la superior calidad técnica de sus futbolistas para ganar unos contra unos con regates, conducciones y verticalidad. Varias intervenciones de Ledesma, un balón que sacó bajo palos Iza y un disparo a la madera fueron acciones en las que el gol estuvo más cerca de ser rojiblanco.

El mercado de invierno está a la vuelta de la esquina y el Cádiz está obligado a arreglar buena parte de esos problemas si quiere afrontar con un mínimo de garantías su lucha por la permanencia.