El césped del Nuevo Mirandilla aguantó a la perfección, y gracias a su fenomenal drenaje, las fuertes lluvias caídas durante las dos últimas semanas. En especial las que azotaron la capital gaditana el día del partido ante el Málaga fueron muy intensas y el tapete del estadio cadista apenas se vio afectado por ello. Sin embargo, también es cierto que el estado del mismo no es el mejor a estas alturas y eso se logrará en poco tiempo ya que el Cádiz CF aprovechará sus dos próximos partidos consecutivos a domicilio frente al Sporting de Gijón y el Mirandés, ambos en noviembre, para llevar a cabo un cambio en el mismo. Según el director de Infraestructuras del Cádiz CF, Benito González Mariscal, en palabras a la publicación "Viva El Cádiz" de Viva Cádiz, "lo que se hace no es una sustitución de los tepes, es un cambio de variedades de césped, de la de verano a la propia del invierno". Explicó que en los meses de verano se utiliza la variedad Bermuda, mientras que en invierno se siembra Ryegrass, utilizada "en todos los campos de Despeñaperros para abajo".
El proceso de siembra de esta nueva variedad de césped comenzará en los próximos días, de manera que el Nuevo Mirandilla luzca su tapete invernal a partir del 17 de noviembre, cuando el Cádiz CF recibirá al Córdoba. Benito González Mariscal añadió que "lo que se hace es rasurar el césped actual, se le baja la altura y se siembra encima", un proceso que se repite todos los años, pero en dirección inversa en verano.
El ingeniero agrónomo y responsable de infraestructuras del Cádiz CF, cuenta con una experiencia previa en el mundo del golf, donde trabajó tanto en la Federación Española en Estados Unidos como en campos de Sotogrande. Destacó que, al igual que en el golf, "en el fútbol también se ha creado esa cultura de cuidado del césped", la cual está cada vez más presente en España, con avances notables en clubes como el Sanluqueño, el San Fernando, el Algeciras y la Balompédica Linense. "Al principio intentamos parecernos a los campos de golf y ya se ha superado, porque en fútbol la exigencia es aún mayor", señaló.
Para González Mariscal, el cuidado del césped es clave, especialmente en estadios como el Nuevo Mirandilla, donde "no tiene nada que ver un campo de golf de 50 hectáreas con uno de fútbol, que es una hectárea y con las cámaras de televisión muy encima". El trabajo de su equipo es visible en cada partido, y el seguimiento tanto del césped del estadio como de la ciudad deportiva de El Rosal es diario, pues "el césped nunca duerme" y debe mantenerse en perfectas condiciones no solo al inicio del encuentro, sino también al final, donde "la prueba de fuego es verlo en el minuto 90".