La emotiva despedida de Lolo Bocardo pone fin a una etapa de más de diez años en el Cádiz CF, donde dejó una huella imborrable como preparador de porteros. En un mensaje lleno de gratitud, el gaditano recordó los momentos vividos en el club, desde los ascensos a Segunda y Primera División hasta las victorias memorables en estadios icónicos como San Mamés y el Camp Nou. Agradeció a jugadores, técnicos, personal del club y, especialmente, a la afición cadista, destacando el apoyo y cariño recibido durante su trayectoria. Con este adiós, Bocardo emprende un nuevo reto profesional en China, formando parte del cuerpo técnico del Chongqing Tonglianglong, pero deja claro que su vínculo emocional con el Cádiz CF perdurará para siempre.
"No sé si será un hasta pronto o no, pero después de 10 temporadas y media, 470 partidos, toca despedirme de mi casa. Es el momento de quedarse con todo lo bueno vivido, de los ascensos, a 2ª división y a 1ª división, de las victorias en San Mamés, en el Camp Nou, en Valdebebas, en Álava.
Toca agradecer a todos los que compartí estos años, empezando por el presi Manolo Vizcaíno, que como dije me ha ayudado muchísimo en mi formación y siempre me trató muy bien, por los que han pasado por la secretaría técnica, en especial mi gran amigo Enrique Ortiz, por todos los cuerpos técnicos que he pertenecido, de todos se aprende. Dar las gracias a Calderón y Chico que confiaron en mí junto a mi casi hermano pequeño Andrés, a Sergio González con Diego Ribera y Sergio Dorado, Carlos y Jesús, de los que aprendí cómo se debe gestionar un grupo y sacarle todo el partido posible, de Pellegrino con su gente, buenas personas y grandes trabajadores, Paco y su CT que te hace ver otra versión de cómo desarrollar el día a día, y Álvaro Cervera con Roberto y Servando, donde viví mis mejores momentos en el club y donde conseguimos ser un grupo de amigos que tenían la suerte de trabajar juntos.
Agradecer también a todos los que a diario compartíamos todos los días, José Sánchez, Pablo, Jaime, José Grima, Chirino, Marcos, Juanito, mi Coque, todos los fisios (trabajo espectacular), readaptadores, los doctores Antonio y Nono, mi Salvi, Junior y Paqui, el personal de mantenimiento y los jardineros.
A todos los jugadores, con algunos siempre se hace más amistad, pero todos tuvieron mucho respeto hacia mi trabajo.
A todos los porteros con los que trabajé, Aulestia, Ricky Alonso, Cifuentes, Pol, Jesús Fernández, Rubén Yáñez, José A. Caro, Álex, Cristian, Juan Flere, Nando, Víctor Aznar, y muy especialmente a Conan Ledesma y David Gil con los que no solo disfrutamos cada entrenamiento, sino que a la vez que entrenábamos me hacían sentir un entrenador muy preparado, pero también muchas risas juntos.
Y por último a la afición, que siempre ha estado apoyándonos, y por lo que me he sentido muy querido, gracias de corazón por todo.
Te prometo darte amor eterno…"