Cuando comenzó la temporada, en el primer partido liguero Paco López se encontró con una gran cantidad de ausencias por lesión en una posición como la de mediocentro en la que, por otra parte, el Cádiz tenía ‘overbooking’ en su plantel. En aquella medular Moussa acompañó a Álex mientras que en el banquillo estaba un Alcaraz aún a poco porcentaje de su forma física tras recuperarse de su lesión y un Kouamé que todavía podía salir en el mercado veraniego. Desde entonces, y tras aquella vergonzosa goleada del Zaragoza en el Nuevo Mirandilla, Diakité no volvió a ser titular. Hasta este domingo y era con un escenario mucho menos favorable para él.
Ante el Levante tenía disponibles Gaizka Garitano a Rubén Alcaraz, Gonzalo Escalante, Fede San Emeterio, Tomás Alarcón, Rominigue Kouamé y Álex Fernández. Con el costamarfileño castigado por su enésimo episodio de indisciplina y con un Álex al que técnico vasco ve hombre ancla con el ataque, se podía esperar que entre el resto de efectivos iba a estar conformada esa dupla.
Pero no le ha temblado el pulso al bilbaíno para dar de nuevo la oportunidad al joven maliense de 21 años de estar en el once inicial ante su afición, dejando en el banco a Escalante, Alarcón y Fede. Y Moussa le ha correspondido con un más que notable partido, en el que ha ido de menos a más, demostrando que el entrenador ha acertado al considerar que a día de hoy puede estar por delante de no pocos de sus compañeros. En los noventa minutos disputados su estadísticas hablan por sí solas con un 90% de pases acertados (26/29), 100% en pases largos completados (3/3), tres de cinco duelos en el suelo ganados, y 2 de 2 duelos aéreos ganados.