El jugador ya tiene sobre su mesa las ofertas del Celta de Vigo, la Ponferradina y el Real Murcia.

Foto: portalcadista.com

Tres años después de conformarse, la conexión "peque-trompi" (compuesta por Cristian y Enrique) pone su punto y final tras confirmarse que en la noche de ayer uno de sus componentes, más concretamente el lateral derecho Cristian García, rescindía con el Cádiz C.F., con el que aún le restaba un año de contrato.

Las diferencias económicas han sido el principal escollo en la negociación que club y jugador han mantenido, ya que tras el descenso a Segunda División B se pretendió que el jugador aceptara una rebaja considerable de su sueldo y que éste pasara a cobrar prácticamente un tercio de su ficha anual de Segunda División, que ronda los 180000 euros.

Cristian no aceptó la propuesta del Cádiz C.F. y decidió desvincularse del club perdonando los 180.000 euros de su ficha de la próxima temporada. En cambio, el club cadista aún le adeuda al futbolista la prima por el pasado ascenso a Segunda División, que asciende a 11.100 euros (denunciada ante la AFE) y el 35% de la ficha del contrato, las tres últimas nóminas de la pasada temporada y media nómina correspondiente al mes de Diciembre de 2009 (acogidas a la Ley Concursal).

Con la carta de libertad en su mano y completamente desvinculado de la entidad cadista, el futbolista tiene sobre su mesa las ofertas del Celta de Vigo y de la Ponferradina, ambos equipos de Segunda División, que es la categoría donde Cristian quiere jugar esta temporada; y también del Real Murcia, de Segunda B.