Javier Moyano explicaba el cambio de modelo de gestión que se producira en la entidad cadista tras su marcha.

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La dimisión de Antonio Muñoz Vera como presidente del Cádiz C.F. y de todo el Consejo de Administración tras el descenso a Segunda División B -aunque ya la decisión estuviese tomada desde antes del Cádiz - Numancia-, trajo consigo la idea de implantar un modelo de gestión profesional en el club que se ajustara a su situación.

Uno de estos profesionales llamados a convertirse figura representativa de este concepto era Javier Moyano, contratado personalmente por Antonio Muñoz para ejercer labores ejecutivas y de portavoz de la entidad, por lo que su salida supone un antes y un después a esta idea "hemos intentado que sea así desde que yo entro. La intención de Antonio Muñoz era dejar el club en manos de profesionales y hasta este momento ha sido así. A partir de ahora las circunstancias son distintas, ha entrado un Consejo con componentes ejecutivos no remunerados. Aunque no es lo que Antonio Muñoz comento en su día, pero sí que son distintas ya que los consejeros no tienen más interés que su cariño al Cádiz".

Criticó, dentro de sus conocimientos y experiencia, este giro del modelo de gestión del club "desde un punto de vista puramente profesional a mí no me parece lo más razonable. Es verdad que a la persona que no tiene una remuneración le puedes exigir hasta ciertos niveles, pero entendiendo que teniendo el Consejo un carácter ejecutivo, seguro que se van a entregar y si han aceptado estos cargos es con la idea de llevar al Cádiz para adelante".

De todas formas exculpaba al máximo accionista "Creo que no ha sido la intención de Antonio Muñoz de que sea así. Y esto no quiere decir que el club no sea profesional, porque esta Santiago Pozas y el Consejo, cuyos miembros ya tienen experiencia en el sector empresarial".

Todo hacía presagiar que la gestión de la entidad iba a estar compuesta por profesionales dedicados a tal fin, pero la realidad es que no ha terminado de cuajar el modelo de gestión profesional deseado, al final más efímero de lo esperado.