Ha pasado bastante tiempo desde que el organismo diera el último un tirón de orejas al Cádiz y en todo este tiempo la actitud de la afición ha sido impecable, tanto en Carranza como a domicilio. En anteriores casos las sanciones sobre el club gaditano se produjeron por lanzamiento de objetos al terreno de juego o introducción de bengalas en el estadio, facetas en las que ha madurado ostensiblemente la hinchada amarilla. Pero en esta ocasión el hecho que ha provocado la multa no tiene precedentes en Cádiz y responde más a la picaresca del cadista de a pie.

Miguel Cuesta, consejero cadista encargado de los asuntos de seguridad en el Ramón de Carranza se mostraba contrariado: "Esta es una situación que escapa a nosotros. Ponemos todos los medios en la entrada para que no ocurra y ahora habrá que estudiar con tranquilidad el caso y ver qué hacemos. Lo que está claro es que Antiviolencia está así y a la mínima te da la sorpresa". Martín José García, jurídico de la entidad, también se refería a la sanción: "No es muy normal que castiguen este tipo de situaciones, son sanciones que en la mayoría de sus casos se suelen recurrir, aunque también es cierto que casi siempre se deben pagar. Es un tributo desgraciado al que hay que hacer frente. Lo que sí tenemos claro es que el club pone todos los medios para que esto no suceda. Cuando lo analicemos detenidamente veremos si la falta es del Cádiz o es de los individuos que la llevan a cabo, y si procede intentaremos recurrirla por ese camino", explicaba el consejero amarillo.

Por otro lado, el Comité Nacional Antiviolencia también ha multado al Real Betis con 3.500 euros por deficiencias en las medidas de control de acceso a los espectadores al no impedir que se explosionase un petardo y se encendiese una bengala en el partido ante el Barça del 24 de septiembre.
 
Fuente: www.diariodecadiz.com.