El orden del día tenía como punto principal la votación sobre la decisión del Ayuntamiento y su cuantificación del lucro cesante, pero esto provocó también un capítulo dentro de la Junta General de Accionistas que acaparó gran parte de la atención de la misma.

Antes de comenzar dicha votación sobre qué vía tomar al respecto del consistorio, el máximo accionista Antonio Muñoz pidió la palabra para hacer una proposición que antes había propuesto el accionista Enrique Moreno. Ésta consistía en la creación de una comisión formada por pequeños accionistas presentes en la sala para que, en el caso de que la opción elegida fuera la de aceptar los 756.008 euros e intentar una negociación con el Ayuntamiento sobre el resto del dinero que el Cádiz creía que debía percibir (una opción que el propio Muñoz sabía que saldría ganadora al tener mayoría de acciones), y que ésta formara parte junto al Consejo de Administración en las posibles conversaciones que se pudieran dar con el Ayuntamiento.

El secretario del Consejo de Administración verificó que la propuesta del cordobés era posible y que estaba amparada por los estatutos de la sociedad. Una vez que salió vencedora esa opción se pidió a la sala voluntarios para formar esa comisión. Los que se presentaron en un primer momento fueron Carlos Medina Lapieza, Paco Puig y Enrique Moreno.

Fue entonces cuando el propio Antonio Muñoz, al percatarse que los dos primeros no habían votado lo mismo que él, protestó pidiendo que los que debían formar esa comisión tendría que estar formada por accionistas que hubieran votado a favor en su misma propuesta, ante la sorpresa de los presentes que no aceptaron ese cambio de última hora entre risas y enfado. Tampoco le gustó demasiado al máximo accionista que también quisiera unirse a la misma Martín José García Sanchez, que también había votado la opción más lejana a la suya, alegando que no lo había pedido en su momento.

Pero no acabó ahí el lío. Muñoz Vera preguntó si no sería demasiada gente para ir esa futura negociación, a lo que desde el Consejo de Administración le contestaron negativamente explicándole que como máximo serían seis personas. Muñoz entonces destapó que él también formaría parte de ella como máximo accionista que era. Eso provocó el evidente enfado de Paco Puig, sentado a su lado, el cual se levantó de su asiento reprochándole al cordobés que se incluyera en la misma.