Si en el momento de la votación Antonio Muñoz veía que ni sus compañeros inseparables Paco Puig y Federico González, o un ex miembro de su Consejo de Administración como Martín José Sanchez, o un ex presidente como Enrique Huguet, respaldaban su opción frente al Ayuntamiento, tampoco se sintió arropado por el resto de accionistas minoritarios presentes.

Algunos de ellos entraron en una clara confrontación con el máximo accionista, como Luís Mora. Éste le dijo que dudaba si ponía tanta disposición en el tema de los locales de las nuevas gradas por su propio interés, ya que eso podría modificar las condiciones de una futura venta de acciones a Quique Pina. Muñoz le contestó que eso no era así y que el precio estaba pactado independientemente de lo que pasara con esos locales. Mora le replicó con un “permítame usted que no le crea”. En esos mismos términos se expresó también otros accionistas y como el ex consejero cadista como Miguel Iglesias y el miembro de la plataforma "Vende y Vete" Jose Ramón López.

Luís Mora también tuvo la oportunidad de preguntar  a Muñoz qué  pasaría si Pina finalmente no compraba y si estaba dispuesto a poner dinero si el Cádiz lo necesitaba. El de Doña Mencía primero comenzó con evasivas para acabar diciendo que si eso ocurriera, llegado el momento vería cómo actuaría.