La pasada Junta General Extraordinaria de Accionistas y los acuerdos adoptados tras ella, siguen siendo motivo de noticia en el Cádiz CF, que aún no ha percibido el dinero que le corresponde por el lucro cesante ni ha obtenido respuesta por parte del Ayuntamiento para fijar una reunión en la que tratar el asunto surgido en referencia a los derechos de los locales comerciales del estadio, en relación a la propuesta votada con el apoyo de la mayoría absoluta que posee Antonio Muñoz Vera.

Por ello, el Consejo de Administración del Cádiz CF, ha publicado un comunicado, en el que anima al Ayuntamiento a continuar con el diálogo y en el que insiste que se convoque una reunión entre ambas partes a la mayor brevedad posible.

El comunicado es el siguiente: 

El Consejo de Administración de la Sociedad Anónima Deportiva Cádiz Club de Fútbol, en relación con el sentido del voto emitido por sus miembros presentes en la Junta General Extraordinaria de Accionistas del pasado día 31 de mayo, quiere poner en conocimiento de la opinión pública lo siguiente:

1.    Los consejeros presentes, en unión de otros accionistas, representando entre todos ellos un porcentaje superior al 62 % respecto al capital social de la Entidad, votaron a favor de la tercera opción de las posibles con base en el deber que tienen asignado estatutaria y legalmente en defensa de los intereses económicos de la Sociedad Anónima Deportiva, sin que tal decisión obedezca a ninguna motivación distinta a la mencionada. En tal sentido, no es ocioso recordar que los consejeros de una Sociedad Anónima están sujetos a responsabilidad como consecuencia de las decisiones que avalen con su voto en el seno del funcionamiento de la Sociedad. Esto nos diferencia de aquellos que entienden que es preferible renunciar expresamente y sin ningún tipo de contraprestación a todo derecho o expectativa que pudiera correspondernos, pronunciamiento que ojalá pudiésemos tolerar si la situación económica de la Sociedad fuese otra bien distinta.

2.    En efecto, creemos que la cuestión jurídica referente a los bajos el Estadio Ramón de Carranza no debería prejuzgarse sin haber sido escuchado el punto de vista del Consejo de Administración, que entiende, en base a informes jurídicos propios y externos basados en los amplios antecedentes obrantes sobre el particular, que ostenta determinados derechos de contenido patrimonial que pueden redundar en beneficio de la Sociedad, sometida como es sabido a la disciplina impuesta por la Ley Concursal. No parece razonable que ante la nueva situación creada por las obras del Estadio, el beneficiario de la concesión administrativa no pueda oponer o ejercitar acción de clase alguna o, al menos, que sus pretensiones sean oídas y valoradas por la administración concedente siempre en aras de encontrar un punto de convergencia que satisfaga a las dos partes y, en concreto, a los deberes que tienen asignados en cada caso. 

3.    Todo lo anterior no significa desconocer la labor de apoyo que el Ayuntamiento de Cádiz ha venido prestando a la Sociedad Anónima Deportiva Cádiz Club de Fútbol. Esta gratitud – que expresamente reiteramos ahora – no es incompatible con la tarea de tutela jurídica de la Sociedad que tenemos asignada, ni debiera interpretarse como una suerte de desaire hacia los gestores del Ayuntamiento.

4.    A la vista de los recientes pronunciamientos por parte del Ayuntamiento, es pacífica la existencia del derecho de una indemnización respecto al lucro cesante como consecuencia de la pérdida de ingresos motivada por la realización de las obras de Tribuna y Fondo Norte, que por parte del Consistorio se ha valorado en 756.008 euros respecto a dos temporadas. Cuantía que en modo alguno se realizará con cargo a los ingresos municipales, estos es, sino que estaba prevista como mayor coste de la obra.
Lo que no consideramos aceptable es que se condicione el pago de dicha indemnización a la previa renuncia de cuantos otros derechos pueda ostentar la Entidad, como consecuencia de la modificación del objeto de la concesión, y que incluso se pretenda condicionar la propia recepción de las obras a la firma de dicha renuncia. Son conceptos absolutamente distintos. El primero de ellos, el pago del lucro cesante, sí que resulta en efecto de una solicitud expresa de nuestra Entidad en tal sentido, que ha dado lugar a la incoación del correspondiente expediente administrativo. Sin embargo, el Cádiz Club de Fútbol SAD en ningún momento ha solicitado el pago de indemnización o contraprestación alguna por los derechos que ostenta sobre los bajos de Fondo Norte y Tribuna, sino que es el Ayuntamiento el que nos conmina, pública y privadamente, a que se verifique un acto de voluntad de renuncia, como condición para abonar el primer concepto.

5.    El acuerdo de la Junta General Extraordinaria de Accionistas, único órgano soberano y legitimado, por su trascendencia, para adoptar este tipo de acuerdos, aboga en todo momento por aceptar la propuesta de indemnización por lucro cesante propuesta por el Ayuntamiento, respecto a las temporadas 2008/2009 y 2009/2010, así como a continuar con el DIÁLOGO, en mayúsculas, con los representantes municipales.

6.    En ese sentido, insistimos en la necesidad de que se convoque a la mayor brevedad posible una reunión en la que estén presentes representantes del Ayuntamiento y del Club de la que extraer conclusiones asumibles por ambas instituciones. Cualquier opinión ha de ser oída y considerada y, de producirse este encuentro, es seguro que se alcanzará un acuerdo satisfactorio que evite controversias jurídicas o de cualquier otro orden, procurando con ello dotar de la mayor estabilidad posible a la Sociedad Anónima Deportiva Cádiz Club de Fútbol.

7.    Para finalizar, tan solo poner de relieve que no vamos a entrar en una dinámica de polemización sistemática en ámbitos ajenos a la propia controversia, ni valoraremos pronunciamientos intimidatorios que nada tienen que ver con cuanto se ha expuesto. Entendemos que los planteamientos están perfectamente claros y que, al momento actual, seguimos creyendo en el diálogo como único cauce de solución sobre las bases de la buena fe y del respeto mutuo.