El Consejo de Administración del Cádiz CF ha decidido pronunciarse oficialmente sobre la actuación arbitral del castellano leonés José Ignacio Hernández Cifuentes con un comunicado en el que manifiesta su malestar por lo sucedido en el estadio Ángel Carro en el partido de ida de la tercera eliminatoria de fase de ascenso contra el CD Lugo.

El comunicado es el siguiente: 

COMUNICADO DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN TRAS EL ARBITRAJE SUFRIDO EN LUGO

Hasta hoy, el actual Consejo de Administración del Cádiz Club de Fútbol, S.A.D. se había abstenido de efectuar pronunciamiento alguno sobre la labor de los equipos arbitrales, pues,  siendo conscientes de la dificultad que entraña su trabajo, ello nos obliga a ser plenamente respetuosos.

No obstante lo anterior, lo acaecido el pasado día 17 de junio de los presentes, en el Estadio Angel Carro de Lugo, nos obliga a romper esa dinámica.

A estas alturas, pocos serán los medios de comunicación y aficionados que no hayan tenido la oportunidad de visualizar las imágenes correspondientes a la actuación del Colegiado Sr. Hernández Cifuentes y sus auxiliares. Por si fuera así, las hemos incorporado a efectos ilustrativos. Ante la evidencia que nos ofrecen las mismas, huelga mayor explicación. Tan sólo poner de relieve que se concedieron tres goles al equipo rival, precedidos dos de ellos de una clarísima situación de fuera de juego, y de falta  previa el otro. Tres errores de apreciación que han tenido como consecuencia directa la concesión de tres goles al equipo rival. A ello hemos de añadir un penalti cometido sobre el jugador de nuestro equipo Ikechi que fue obviado, y que entendemos, no ofrecía duda alguna.

Es admisible el error humano; pero cuando este se produce de manera sistemática en una misma dirección, y ante situaciones tan obvias como las ilustradas, se encienden todas las alarmas. Máxime, cuando viene de la mano de una actitud prepotente e intimidatoria hacia los jugadores y el cuerpo técnico de nuestro Equipo, tal y como ha sido denunciado por éstos, y se ha podido constatar en diversas imágenes.

Estamos obligados a creer en el sistema, pero no podemos admitir que la dignidad y los intereses de una entidad centenaria y de su afición, estén supeditados al mero capricho o a la veleidad.

Quienes administran la justicia en un terreno de juego saben que gozan de determinadas prerrogativas, pero el ejercicio de las mismas debe ser fiscalizado por quienes les designan, precisamente para garantizar la pureza y la igualdad de armas en la competición. Es lo único que este Consejo pide y está en su derecho de exigir.

Desde aquí, y desde ahora hacemos un llamamiento a la afición del Cádiz, para que siga haciendo lo que sabe hacer como ninguna, animar incondicionalmente a su equipo. Porque de esa manera, ninguna circunstancia ajena a la propia competición podrá impedir que el Cádiz Club de Fútbol consiga su objetivo.