
No hay excusas posibles, al igual que las esgrimidas durante este año tampoco valen para nada. Simplemente hay que recordar a Alessandro Gaucci el día de su llegada decir que para él era una garantía formar una plantilla de la que solo tenía a tres jugadores y que hacerla en poco tiempo tampoco era problema alguno. Evidentemente se equivocaba.
Ahora tiene varios meses por delante para armar un equipo de garantías absolutas para luchar por el primer puesto y, sobre todo, devolver la ilusión a una afición totalmente quemada por las últimas experiencias. Antes deberán tomar algunas decisiones y finiquitar económicamente el desajuste presupuestario, algo de lo que aún no se tienen noticias de que se haya realizado. Luego rearmar un rompecabezas en el que hay muchas piezas inservibles para un proyecto serio y que tienen contrato en vigor. Eso y las llegadas de nuevos fichajes es, incluso, más importante que la renovación o no de Agné. Tanto es así que puede que de lo primero dependa mucho lo segundo.