La nefasta y casi catastrófica temporada pasada debe servir de ejemplo a los mandatarios del Cádiz CF para no cometer los mismos errores que acabaron con la confección de una plantilla que en ningún momento dio la imagen ni obtuvo los resultados de ser de garantías para atacar el objetivo del ascenso. La supervisión de Raúl Agné en todo lo concerniente a llegadas y salidas da a algunos la tranquilidad de que las cosas se harán con sentido común a pesar de que a 26 de junio no se conozca de manera oficial ninguna incorporación. El hecho de que sean los administradores concursales, un año más, los que tengan que dar el visto bueno a cada una de ellas frena la velocidad de ejecución. El trabajo de estos con el club es constante tanto de manera presencial como a través de llamadas telefónicas y correos electrónicos.
 
Además el Cádiz tiene que cerrar aún otros frentes como el del pago de las nóminas atrasadas a aquellos futbolistas que denunciaron ante la AFE. El plazo expira el próximo viernes 28 y la sensación es que se va a apurar hasta el último momento para llevarla a efecto, como ya se anunciara en su día.
 
En lo deportivo, la primera plantilla comienza su pretemporada el día 15 de julio. Para esa fecha lo lógico es que el grueso del primer equipo esté en buena parte confirmado y de ahí hasta el inicio de la campaña se remate con jugadores que obligan esperar a las últimas semanas. Resolver los contratos o buscar cesiones a futbolistas con los que no se cuenta es otra tarea pendiente. La marcha de algunos de ellos podría incluso depender de si el mercado muestra alternativas mejores. No sería de extrañar que varios de los que no vestirán la camiseta cadista la próxima temporada tengan incluso que comenzar el período preparatorio a mediados del mes próximo.
 
En la misma tesitura están los equipos de la cantera, de los que hay que dar oficialidad en el nombramiento de sus técnicos en cada una de sus categorías.