No está pasándolo bien Alessandro Gaucci en estos últimos días. El todavía consejero italiano del Cádiz CF está comprobando en su piel como la popularidad está decayendo de forma considerable y poca gente termina por creer lo que la empresa de la que es principal cara visible, Sinergy, vaya a hacer en el club cadista. 

Ayer Gaucci prefirió quedarse en el chalet de Valdelagrana y evitó pisar Carranza y su huérfano palco, ya que prefiere no enburbiar el ambiente ni que se le acuse de desviar la atención, pero el italiano avisa que todavía Sinergy podría no haber dado su úlitma palabra en el Cádiz CF "según nuestro abogado, podremos recuperar el poder dentro de un mes", manifestaba optimista a La Voz de Cádiz.

Según el rotativo gaditano, Gaucci no aprueba la llegada de un nuevo portero sabiendo la situación de Bernabé, ni las salidas de Nafti o Gato, pero valora positivamente la llegada de Migue García, al que perseguían de hace tiempo, no ocultando su decepción con Raúl Agné.

Tampoco entiende la decisión de cerrar las cantinas del Ramón de Carranza y vuelve a anunciar que para dicho servicio cuenta con un contrato de marca de cafés italianos, Pascucci, que entrarían en Carranza en su idea de expandir su marca por España.

Seguramente, con lo que no contaba Gaucci era con que el Ramón de Carranza se pronunciara unánimemente con gritos pidiendo su marcha, también provenientes desde el centro de fondo sur, que acabaron oyéndose con total claridad.