El presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno, fue ayer Miércoles Santo uno más dentro de la cuadrilla de cargadores de Nuestro Padre Jesús de la Salud, de la Cofradía de 'Las Cigarreras' y estuvo totalmente integrado desde que se reunió a primera hora de la tarde con los demás miembros en la Peña Paco Alba hasta que llegó la hora de la despedida y de decir adiós, quizá hasta el año que viene. 

Formó parte de la llamada 'Cuadrilla alta', la que llevó sobre sus hombros al Señor en la salida, creando bastante expectación su presencia, y la recogida le tocó verla desde fuera, disfrutando de los momentos mágicos que los relevos de la cuadrilla dejaron con la entrada del paso en su templo, la Iglesia Conventual de Santo Domingo.

"Maravillosa experiencia. Todo tan distinto, y todo me recordaba a momentos ya vividos. Gracias a todos mis compañeros cargadores", publicaba Manuel Vizcaíno tras haber completado Estación de Penitencia y recorrido procesional. Y es que el sevillano ha cargado sobre costal durante muchos años el paso de Jesús de la Salud y Buen Viaje de la Hermandad de San Esteban de Sevilla, a la que lleva más de 50 años vinculado. Pero ayer en 'Las Cigarreras' fue todo diferente, ya que tuvo que cargar a hombros, escuchar el sonido de un martillo en lugar del de un llamador y acostumbrarse a las significativas diferencias entre la Semana Santa de Cádiz y la sevillana.