La empresa que compró el paquete de acciones del Cádiz CF a Antonio Muñoz Vera en el año 2012, la británica Sinergy HG Limited ya no existe, al haber quedado disuelta el pasado 30 de mayo del año 2017, tal y como se desprende del informe al que ha tenido acceso PORTAL CADISTA y donde se muestra este dato.

Inicialmente ubicada en una oficina de Bristol y con la figura de Gabriele de Bono como administrador único de la misma, Sinergy HG Limited ha sufrido varios cambios en los últimos años con respecto a la situación que tenía en el momento en el que eran propietarios del Cádiz CF.

El 26 de abril de 2013, aún con las acciones del Cádiz CF en su poder, Sinergy HG Limited nombró la figura de secretario de la sociedad, recayendo ésta en la empresa GAC Secretary Limited con sede en Londres y posteriormente cambió su sede social, pasando de Bristol al edificio NKP House, en los números 93-95 de la Borough High Street de Londres.

Gabriele De Bono cambió el 3 de marzo de 2015 el domicilio de notificaciones a Dubai (Emiratos Árabes), por lo que toda la correspondencia referida a Sinergy que tuviera que ver con el Cádiz CF era enviada a una financiera con el nombre Tamweel PJSC, y el 27 de octubre de 2015 se decretó la primera disolución de la sociedad.

Pero el 29 de noviembre de 2016 se tramitó la vuelta a la actividad de Sinergy HG Limited, publicándose la nueva alta el 9 de diciembre de 2016.

El 14 de marzo de 2017 la Companies House (Registro Mercantil británico) publicó un primer requerimiento a Sinergy HG Limited en la London Gazette (Boletín Oficial) para que fuera atendido en un plazo de dos meses, y tras ser obviado, Sinergy ha vuelto a ser disuelta con fecha 30 de mayo de 2017.

Tras esta disolución, todos los bienes de Sinergy HG Limited y los derechos adquiridos son mantenidos en 'fideicomiso' a la espera de que un nuevo beneficiario se haga cargo de ellos, para lo cual se establece un plazo por parte de la administración británica. De no encontrarse a ese beneficiario, los bienes pasarán a ser considerados de 'bona vacantia' (bienes de nadie) y éstos pasarían a pertencer a la Casa Real Británica.