A un horario más temprano del habitual, a las 11:00 horas, y con menos público del esperado, exceptuando la presencia de representantes de los clubes, autoridades políticas, civiles, militares y vecinales, daba comienzo el tradicional acto de recepción de los equipos de fútbol participantes del Trofeo Ramón de Carranza en su 63ª edición.
Un acto diferente al de otros años, igual de protocolario, pero más liviano y con menos obsequios de intercambios.
Ya en el olvido quedaron los banderines bordados que el Ayuntamiento de Cádiz regalaba a los clubes, dando a unas placas serigrafiadas con la imagen del Trofeo Ramón de Carranza y los nombres de cada club participante.
Pero en esta ocasión la principal novedad ha sido la escasez de regalos mutuos entre los representantes institucionales de los clubes. Si otros años se acostumbraba a agasajarse todos los clubes y el Ayuntamiento de Cádiz entre sí, en esta ocasión los únicos regalos que se han intercambiado han sido por una parte las placas entragadas por el Ayuntamiento de Cádiz, y por otra los obsequios recibidos por José María González de cada club.
El Cádiz CF le hizo entrega al regidor de la capital de una placa conmemorativa; el Villarreal CF regaló una reproducción de un submarino amarillo y un banderín; la UD Las Palmas obsequió al alcalde con un grabado artístico enmarcado; y por último el Málaga CF, que agasajó a José María González con una estatuilla de un cenachero, representando a un antiguo pescador con su cenacho (cesto de esparto) vendiéndolo por Málaga.
El acto ha sido programado así por el Ayuntamiento de Cádiz para ser acortado en tiempo y los clubes se repartirán los regalos entre ellos en el almuerzo oficial que está teniendo lugar en estos momentos en un conocido restautante de la ciudad.