La Asociación Reyes Magos de Cádiz celebró en la noche de este viernes la Fiesta de Verano, que en este año 2019 ha servido para homenajear al Cádiz CF.
Empleados del club, encabezados por su presidente Manuel Vizcaíno, asistieron a la cita, donde también se dejó ver Miguel Ángel Del Nido, hijo de José María del Nido que ya trabaja para la entidad.
El acto estuvo presentado por Juan Manzorro y contó con la aportación del profesor Carlos Aranda, que realizó la semblanza del club cadista. Finalmente cerró el acto Manuel Vizcaíno, antes de recibir un cuadro conmemorativo del homenaje.
DISCURSO DE HOMENAJE DE LA ASOCIACIÓN DE REYES MAGOS DE CÁDIZ AL CÁDIZ CF SAD
Por tercer año consecutivo la Asociación de Reyes Magos de Cádiz nos convoca en su fiesta de verano con un triple objetivos: reunir a una parte de la sociedad gaditana en una animada convivencia en el marco incomparable del Baluarte de los Mártires, obtener recursos económicos para el logro de sus conocidos fines solidarios y homenajear a personas o entidades significadas en la vida de la ciudad en el transcurso de su historia reciente. Hace dos años se dedicó al inolvidable Antonio Martín de Mora, el pasado verano a Diario de Cádiz y en esta ocasión al Cádiz CF SAD o, como aquí decimos simple y llanamente, al Cádiz.
Para ésta, la Asociación a la que me honra pertenecer me ha encomendado dedicar durante diez minutos unas palabras con las que explicar el sentido y motivo de este homenaje. Y resulta difícil hacerlo en tan poco tiempo porque los motivos no son solo de hoy ni de ayer, pues vienen de muy atrás, y porque casi ciento diez años de historia cargada de motivos no caben en diez minutos del mismo modo que tampoco caben los numerosos recuerdos y vivencias cadistas que hemos acumulado desde nuestros años de infancia quienes ya vamos para mayores. Así que después de escribirlo, me he tenido que aplicar en resumirlo una y otra vez e incluso amputarlo de tantos recuerdos y anécdotas para ceñirme al breve tiempo asignado.
No procede, por tanto, rememorar aquí la larga historia del club desde sus orígenes en los inicios del siglo XX. Esa ha quedado fiel y detalladamente recogida en un riguroso y ameno libro escrito por Manuel Granado, Juan Sevilla, Juan Antonio Lebrero y Francisco Rodríguez. Gracias a ellos el tiempo no conseguirá borrar los nombres de tantas personas que construyeron, hicieron crecer y nos legaron el Cádiz CF al que hoy nos sentimos tan unidos.
Tampoco tenemos tiempo ahora para recordar los numerosos momentos de esa parte de la historia más reciente que muchos de los presentes hemos vivido.
Entre muchos otros momentos memorables, todos guardamos en la memoria los cinco ascensos a Primera División. Desde el primero en la temporada 1976-77 culminado con la victoria en Carranza sobre el Tarrasa con goles de Antolín Ortega y Villalba, con un magnífico plantillón entrenado por Enrique Mateo, hasta el último logrado en junio de 2005 bajo las órdenes de D. Víctor Espárrago en Chapín con un contundente golazo de Oli desde fuera del área en el primer tiempo y otro de penalti transformado por Abraham Paz tras el descanso.
Pero no menos importantes han sido los meritorios ascensos a Segunda División, auténtico alivio para el club y para la afición por la enorme dificultad que siempre ha tenido salir del maldito pozo de la Segunda B, el último de ellos logrado en junio de 2016 frente al Hércules de Alicante con gol de Dani Güiza y bajo la dirección de nuestro actual entrenador D. Álvaro Cervera.
Quedan también en el recuerdo de muchos de nosotros algunos heroicos partidos de auténtico matagigantes y otros agónicos en los que conseguíamos salvar in extremis la categoría. La lista de tantos momentos vibrantes es larga.
Tantos alegres recuerdos, de los que los anteriormente citados son solo una pequeña muestra, y muchos, muchísimos otros cargados de tristeza y decepción conforman una historia que se ha incrustado en la historia personal de cada uno de nosotros pues han formado parte del argumento de nuestras vidas, en bastantes casos desde muy temprana edad.
Debemos evitar sacar ahora a colación los nombres de los que podrían considerarse los más brillantes jugadores de la historia de nuestro club, los de los más exitosos entrenadores y los de los más eficientes presidentes, porque en esto de las listas de nombres inevitablemente siempre se quedan muchos fuera e injustamente relegados al olvido y porque el Cádiz con el que todos nos identificamos ha sido construido por todos los jugadores, técnicos y directivos que han pasado por él a lo largo de estos 110 años. Todos ellos han aportado su granito de arena en la medida de sus posibilidades y de sus diferentes responsabilidades profesionales. Y junto a ellos, también los empleados de la administración y los servicios del club (recepción, departamento comercial, protocolo, comunicación, taquillas, mantenimiento, instalaciones, cantera, lavandería, utilería y un largo etc). Esos empleados que nunca son noticia en los medios de comunicación, que permanecen año tras año mientras los jugadores y técnicos vienen y van, esos empleados que en tiempos de estrecheces no tan lejanos supieron suplir la falta de recursos con un plus de profesionalidad, han venido y vienen desarrollando un imprescindible, eficiente y discreto trabajo muy pocas veces valorado por quienes cada quince días acudimos al Ramón de Carranza a ver jugar a nuestro equipo.
Esos empleados son también el Cádiz CF. Especialmente ellos son el Cádiz CF y por eso están hoy en el centro de este homenaje.
Mucho ha cambiado el club en las últimas décadas. Sus instalaciones se han modernizado considerablemente, su estructura y organigrama interno se ha hecho mucho más complejo para atender a las necesidades de gestión de los nuevos tiempos y, el que puede considerarse mayor cambio de todos, por exigencias legales se ha convertido en Sociedad Anónima o sea, en una empresa de propiedad privada. Pero a pesar de todo ello (y a pesar de esto último) el Cádiz CF ha continuado manteniendo esa misma relación de cercanía con la afición y ese mismo espíritu familiar que respirábamos en la grada del antiguo estadio Carranza o en las oficinas de su anterior sede social en la calle Cánovas de Castillo, cuando el deporte y la vida nos parecían mucho más sencillas.
Tal vez por eso, porque todavía aquí aun todos nos conocemos, porque siempre se nos recibe y atiende en las oficinas del Ramón de Carranza con una amistosa sonrisa que nos hace sentir como en casa, porque su Consejo de Administración mantiene desde hace años detalles de reconocimiento hacia sus abonados más fieles y constantes ... tal vez por todo eso, tantos cambios no han afectado a lo esencial y singular del que podemos seguir denominando “nuestro” Cádiz.
Tal vez por eso, porque el Cádiz CF continúa sintonizando con la idiosincrasia y el sentir de los gaditanos, es por lo que el club y la ciudad se identifican como dos realidades inseparables. Tal vez también por eso nunca le ha faltado el caluroso, multitudinario e incondicional apoyo de una afición que siempre ha identificado “cadismo” con una expresión de gaditanismo y el color amarillo con el del segundo pendón de la ciudad. Nadie ha sabido explicar este sentimiento con tanta claridad y elocuencia como D. Manuel Santander, gran cadista y gran chirigotero, que en 1998 compuso su famoso pasodoble “Me han dicho que el amarillo...” para su agrupación La Familia Pepperoni, pasodoble que se ha convertido en un clásico de nuestro carnaval y en el alegre himno extraoficial del Cádiz CF. También por ese legado resulta oportuno transmitir hoy a D. Manuel Santander todo nuestro respeto, reconocimiento y afecto.
Por si todos esos motivos de índole sentimental no fueran suficientes para dedicar este homenaje, añadimos por último otro más y de peso: el reconocimiento a la constante labor de apoyo a proyectos de deporte infantil, de educación, salud y solidarios que el Cádiz CF realiza a través de su Fundación. Aquí también podríamos decir que la lista de actividades a citar sería interminable. De todas ellas en esta ocasión procede recordar y agradecer la incondicional colaboración del club y la total disponibilidad de sus empleados en la organización del ya clásico partido benéfico de Navidad en el estadio Carranza desde la fundación de la Asociación de Reyes Magos hace ya casi veinticinco años. Partido benéfico que no sería posible sin la directa, entusiasta e incansable implicación personal de nuestro común amigo D. Miguel Cuesta.
La votación y elección por abrumadora mayoría del señor Vizcaíno para encarnar la figura del rey Gaspar en la Navidad del pasado año no fue sino la guinda que testimonia la afectiva proximidad y la estrecha colaboración entre estas dos entidades, colaboración que estamos seguros no decrecerá en el futuro para beneficio de los niños más necesitados de nuestra ciudad.
Por todo esto, por todo lo dicho desde el inicio de estas palabras, la Asociación de Reyes Magos de Cádiz se complace en dedicar su fiesta de verano 2019 a homenajear al Cádiz CF SAD como gesto de justo reconocimiento, enorme agradecimiento y de nuestro más sincero afecto hacia la entidad y hacia las personas que la integran.
Muchas gracias.
Carlos Aranda Linares
En representación de la Asociación de reyes Magos de Cádiz 19 - 07 - 2019