La preocupante derrota ante el Granada llegó con tan solo un día de mercado de invierno abierto, ya que este se inició el 2 de enero y se prolongará hasta el 31 de este mismo més. Se desconoce por el momento si el Cádiz CF acudirá a él para reforzar su plantel. Hasta ahora las únicas pistas las ha dejado el propio presidente que, durante el último partido en casa, dijo que “en estos momentos tenemos pensado hacer cero fichajes”. Bien es cierto que Sergio González tras ese mismo partido evidenció una visión diferente asegurando que esas ventanas están para ser aprovechadas.

Tras quince partidos sin ganar, eliminados de la Copa por un Segunda RFEF, entrar en descenso y, sobre todo, haber desplegado un paupérrimo juego en el Nuevo Los Cármenes, el conjunto cadista no hace más que acrecentar sensaciones negativas en cuanto a carencias.

El equipo a día de hoy no demuestra ser fuertes en defensa ni en ataque. Tiene serios problemas en la creación de juego y adolece de ideas con las que afrontar los encuentros. Si a todo ello se le suma una ya evidente falta de confianza en lo que se hace, ahora mismo no cabe otra cosa que pensar que las parcelas responsables del club tienen un duro trabajo por delante para intentar cambiar la situación y, entre ellas, lógicamente está acudir al mercado invernal. Eso han hecho equipos como el que fuera último rival cadista. Los nazaríes por ejemplo ayer en su once titular tenían a sus dos incorporaciones invernales Augusto Batalla y Bruno Méndez, además del regreso del atacante Matías Arezo, que también tuvo minutos.

El principal escollo es que, como ya es sabido, todas las fichas están ocupadas por lo que para poder realizar alguna incorporación es totalmente indispensable dar una salida.