Nueva entrevista de Carlos Acuña

CARLOS ACUÑA: La Perla del Cádiz

Alegría, nervios y ansiedad. Su rostro todavía adolescente e inundado de pecas refleja la felicidad de un joven que en menos de un año cambió su vida por completo. Carlitos todavía no lo puede creer. Y es que ser transferido al fútbol de España con tan solo 16 años no le ocurre a cualquiera.
Pero Javier como le dicen sus amigos está acostumbrado a los desafíos, y sobre todo a la victoria. A los 7 años, cuando dio sus primeros pasos en la escuela de fútbol de la Liga Encarnacena, el talentoso delantero ya tuvo la oportunidad de celebrar un campeonato.

"Desde chico todo me sale bien, en el Silvio Pettirosi fui campeón y después en el 22 de setiembre en los dos años que estuve fui campeón", recuerda el juvenil, mientras saborea un refrescante tereré. En los torneos de fútbol de su escuela (Juan XXIII), la historia se repetía cada año: el equipo de su grado siempre terminaba en el primer lugar.
Sin embargo, no todo era fútbol en su vida, también marcaba goles en su libreta de calificaciones: "Era el mejor alumno, dos años fui el abanderado de la clase. Las materias que más me gustaban eran Salud, Ciencias y Matemáticas".

¿De chico ya pensabas en triunfar en el fútbol o era nada más un juego para vos?
Desde que mi tío (Pablo Caballero) se destacó en el fútbol
yo siempre pensé que iba a llegar a ser como él o quizás más. Me decía que algún día iba a triunfar también, pero siempre con esfuerzo. Siempre tuve la mente positiva pero nunca pensé que iba a ser todo tan rápido. Creía que a los 22 años estaría jugando en un equipo de Sudaméica o en Europa, pero nunca a los 16 años ir a España.

Parece un sueño lo que estás viviendo...
Es un sueño. También siempre me dije que iba a estar en una selección y ya estuve en la Sub 15, donde fui campeón y también volví a ser campeón en la Sub 16. Lastimosamente no nos fue bien en la Sub 20, pero ahora nos queda la Sub 17 y ojalá que seamos campeones.

¿Siempre fuiste delantero?
Cuando era chico, mi tío Pablo jugaba de diez y me gustaba ese puesto, entonces yo también jugaba en esa posición, hasta que un día en el Club Pettirossi el profesor me dijo si no quería ser delantero. Es que yo jugaba de diez pero siempre metía goles. Le dije que sí al profesor, probé estar en la delantera y ya no salí más de esa posición.

En una anterior entrevista, antes de partir al Sudamericano, le enviaste un saludo especial a tu abuelo materno ¿qué significa él para vos?
Él me apoyó en todo, yo me crié con mis abuelos por problemas familiares. Ellos me aguantaron todo, a veces yo era muy problemático, enfermos y todo, ellos igual me ayudaban. Yo siempre me tenía que ir temprano a la cancha para practicar, y mi abuelo se despertaba conmigo y me acompañaba. Se quedaba en la cancha hasta que terminaba el partido. Siempre estuvo conmigo, le agradezco mucho.

¿Qué consejos de tu abuelo te quedaron grabados en tu niñez?
Que si quería ser futbolista me tenía que mentalizar para ser el mejor. Que para llegar lejos en el fútbol me tenía que esforzar y trabajar con humildad. Siempre lo escuché,
siempre di todo de mí.

LEJOS DE LOS AFECTOS
La idea de estar lejos de su familia y sus amigos no era del agrado del adolescente encarnaceno. Cuando el preparador físico Gustavo Zayas le ofreció dejar Encarnación a los 14 años para jugar en la capital, Carlitos le respondió con un no rotundo.
El juvenil no sabe qué le hizo cambiar tan rápido de opinión. Después de jugar la final en Encarnación con el Club 22 de setiembre, le dijo sí al empresario Alfredo Mendoza: "Él se fue a verme y me preguntó si quería venir a Asunción y yo sin pensar le dije que sí". La respuesta de Carlos tuvo sus frutos: ni bien llegó fue goleador (19 tantos) y campeón con Olimpia en el Torneo Clausura.

¿Cómo viviste esos primeros meses lejos de tu familia?
Primero fue muy difícil, no me hallaba. Tenía la cabeza en Encarnación, estaba lejos de mis abuelos y mis amigos, las cosas que tenía allá no podía tener acá, eso extrañaba mucho. Pero después me dije que yo vine acá para triunfar y que algún día lo iba lograr e iba a lograr que mi mamá viva bien como siempre quiso.

¿Qué sentiste la primera vez que jugaste con la camiseta de Olimpia?
Es algo grande. Era un sueño mío jugar con la camiseta de Olimpia. La primera vez que me puse la camiseta me dije: mi primer sueño se cumplió y todavía me quedan muchos sueños por cumplir y hay que luchar para salir adelante.

¿Qué cambió en tu vida después de ser campeón sudamericano con la selección Sub 16?
Cambió mucho. Salía a la calle y la gente me saludaba y me felicitaba. Me adapté mucho más, la gente me quería y me apreciaba. Siempre me va a quedar grabado ese campeonato.

PEQUEÑO LUCHADOR
¿Y sentiste la diferencia de estar en las inferiores a pasar a concentrarte y jugar con la primera?
No sentí mucho. Creía que iba a estar nervioso, pero me adapté muy rápido. En la práctica los roces me dieron más seguridad para entrar a los partidos con los grandes, eso me dio tranquilidad y experiencia.

¿Qué le pasó a la Sub 20, por qué se eliminó tan rápido en el Sudamericano?
No se nos dio. Quizás no dimos todo lo que pudimos haber dado y no nos fue bien. Los tres que éramos de la Sub 16 practicamos poco con ellos, pero ahora creo que con la Sub 17 va a ser distinto.

En el Sudamericano te destacaste porque luchabas con todo cada pelota ¿Siempre fuiste así?
Sí, yo lo hago por amor al juego, porque siempre me gustó y me abuelo siempre me dijo que en la cancha no me tengo que dejar caer, ya sea ganando o perdiendo por goleada, uno igual debe seguir luchando.

Encima en el Sub 20 jugaste ante defensores mayores y muy grandes físicamente...
Sí (risas). Así le demuestro al DT que tengo ganas de jugar y de triunfar. Siempre demostrar a la gente que puedo estar jugando en cualquier lado por las ganas que tengo.

SEGUNDA ADAPTACIÓN
¿Y cómo estás en este momento con la confirmación de tu transferencia al Cádiz?
Un poco nervioso, ya que es España nada más y nada menos.
Estoy muy ansioso, pero es mi futuro y me voy allá para ganarme un puesto en el equipo. Voy a practicar a full, a
jugar con todo si me toca entrar y demostrar que puedo estar en el equipo titular.

¿Creés que no vas a tener problemas para adaptarte?
Esta adaptación es distinta porque mi mamá se va conmigo. Creo que me voy a adaptar rápido. Voy a jugar en el fútbol español (segunda división), encima en el equipo principal, no en las inferiores, lo tengo que aprovechar, todo el mundo quiere jugar ahí.

¿Qué sueños te faltan cumplir?
El sueño de todo jugador es seguir triunfando. Ahora en el Cádiz espero que también pueda ser campeón ahí. Los sueños se van a ir cumpliendo, solamente tengo que esforzarme para seguir realizando mis sueños.

¿Por qué crees que llegaste tan rápido a concretar algunos de tus sueños?
Por mi esfuerzo. Dejé todo en Encarnación, a mi familia, a mis amigos. Desde que vine trabajé humildemente y lo logré, y voy a seguir logrando todo.

¿Y que les decís a tus compañeros de Olimpia que esperan repetir tu historia?
Que sigan luchando, a mí se me dio todo más rápido, pero ellos tienen que seguir trabajando, poco a poco las cosas se les van a dar. La suerte no existe, hay que esforzarse para triunfar.

PERFIL
Nombres:
Carlos Javier
Apellidos: Acuña Caballero
Fecha de nacimiento: 23 de junio de 1988
Lugar: Encarnación
Edad: 16 años
Peso: 69,5 Kg.
Altura: 1.75 m.
Trayectoria: Silvio Pettirossi, 8 de Diciembre y 22 de Setiembre (Encarnación), inferiores y primera del Club Olimpia.
Debut en primera: 2004 Tacuary 3 - Olimpia 2
Padres: Blanca y Francisco.
Hermano: Zinedine (1 año).
Ídolos: Ronaldo y Thierry Henry.
Sueño: Jugar en el Barcelona de España.
Comida preferida: milanesa a la napolitana.

Image
Trekant Media SL
ESB72147374
Cádiz
WhatsApp: (+34) 645 33 11 00
redaccion@portalcadista.com